Los primeros ancestros vivieron bajo el agua hace 1.600 millones de años, revela un estudio

Este hallazgo de un mundo perdido bajo el agua podría revolucionar lo que sabemos hasta ahora de nuestros primeros ancestros.
Los primeros ancestros vivieron bajo el agua hace 1.600 millones de años, revela un estudio

Al sumergirse profundamente en el reino del origen de la vida, los científicos han desenterrado recientemente un descubrimiento increíble: un antiguo 'mundo perdido' con criaturas microscópicas que habitaban las vías fluviales de nuestro planeta desde hace 1.600 millones de años. Estas criaturas habrían florecido sorprendentemente tarde en la historia de nuestro planeta. Eran abundantes en los ecosistemas marinos y, aunque no sabemos cómo se verían exactamente, eran considerablemente más complejos que las bacterias, algo que podrían haber usado en su beneficio. Se trata de animales desconocidos que dominaron la vida en la Tierra, en un mundo con poco oxígeno un eón antes de la aparición de plantas, animales y hongos. 

Los primeros ancestros vivieron bajo el agua hace 1.600 millones de años, revela un estudio - Midjourney/Sarah Romero

Un mundo perdido

Todo ha sido gracias a rastros de moléculas encontradas en rocas antiguas que están revelando un ecosistema salvaje de vida temprana que cazaba y prosperaba en los océanos del mundo durante casi 1.000 millones de años. Son la fuente de la evolución de la vida en la Tierra.

"Todos los eucariotas vivos evolucionaron a partir del último ancestro común eucariota (LECA) que vivió hace entre 1200 millones y más de 1.800 millones de años", explica el paleontólogo de la Universidad de Bremen, Benjamin Nettersheim, y coautor del trabajo que publica la revista Nature.

Encontrar estas huellas implicó estudiar moléculas de grasa fosilizadas atrapadas dentro de la roca que se formó en el fondo de lo que ahora es el Territorio del Norte de Australia (Formación Barney Creek) hace alrededor de 1.600 millones de años. Dentro de las moléculas, los científicos detectaron firmas químicas primordiales que insinuaban que se habían topado con algo significativo. Las firmas de biomarcadores que se encontraron atrapadas dentro de las moléculas de grasa fosilizadas indicaron a los investigadores que estos protoesteroides pueden provenir del mismo LECA que dio origen a todos los demás.

Los eucariotas de hoy han adoptado varias formas: hongos, plantas, animales y organismos unicelulares como las amebas. Curiosamente, los humanos, junto con todos los demás seres nucleados, rastrean su ascendencia hasta el último ancestro común eucariota (LECA), un organismo que existió hace más de 1.200 millones de años. Este descubrimiento reciente revela que la biota de protosterol prosperó incluso antes de LECA. Habría sido el primer depredador de la Tierra.

"Los restos moleculares de la biota de protosterol detectados en rocas de 1.600 millones de años parecen ser los restos más antiguos de nuestro propio linaje: vivieron incluso antes de LECA", aclara Nettersheim.

Estas moléculas fósiles se han pasado por alto durante décadas, ya que no se ajustaban a los parámetros típicos de búsqueda molecular utilizados por los científicos. Revela un capítulo desconocido de la narrativa evolutiva de la Tierra.

Podrían ser los primeros depredadores del mundo, alimentándose de microbios abundantes en los océanos en ese momento; y también parecen ser los ancestros de toda la vida eucariota en la Tierra. Esas son todas las plantas, animales y hongos que existen ahora, incluyéndonos a nosotros.

"Estas antiguas criaturas eran abundantes en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente dieron forma a los ecosistemas durante gran parte de la historia de la Tierra", comentan los expertos.

Mundo perdido - Arek Socha

¿Cuándo se extinguieron?

Se desconoce exactamente. “Así como los dinosaurios tuvieron que extinguirse para que nuestros ancestros mamíferos pudieran volverse grandes y abundantes, tal vez la biota de protosterol tuvo que desaparecer mil millones de años antes para dejar espacio a los eucariotas modernos”, concluyen los investigadores.

Descubrimientos como este nos acercan más a rastrear nuestras raíces y este mundo perdido que podría desentrañar la historia de la evolución de la vida en el planeta.

Referencia: 

J.J. Brocks et al. Lost world of complex life and the late rise of the eukaryotic crown. Nature, published online June 7, 2023; doi: 10.1038/s41586-023-06170-w

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