Aunque también se la conozca como la Biblia “Mona Lisa”, Leonardo da Vinci no tuvo nada que ver en su producción. Se trata del nombre con el que se ha popularizado la Biblia de Borso d’Este, uno de los manuscritos iluminados más exquisitos del Renacimiento italiano. La comparación con el célebre retrato leonardesco se debe a su estatus artístico: se considera una de las cumbres absolutas de la miniatura del siglo XV, ejemplo de refinamiento técnico y belleza estética sin parangón. Ahora, una reciente exposición en Roma ha permitido redescubrir al gran público este tesoro excepcional.
El viaje a Roma: un acontecimiento para el mundo de la cultura
La Biblia de Borso d’Este se conserva en la Biblioteca Estense de Módena, pero, en 2025, se trasladó temporalmente a la capital italiana en el marco de las celebraciones del año jubilar. La exposición, que se ha instalado en la Sala Capitular del Senado de la República para la ocasión, ofrece una oportunidad única para contemplar de cerca este valioso manuscrito hasta enero de 2026. La exhibición, además, combina la presencia física del códice, protegido por una vitrina tecnológica seguridad, con su reproducción digital en altísima resolución. Este doble formato permite a los visitantes explorar detalles imposibles de percibir a simple vista.

¿Por qué se la ha llamado la “Mona Lisa" de los manuscritos bíblicos?
El curioso apodo responde tanto a la belleza de sus páginas como a su aura simbólica. Así como la Mona Lisa de da Vinci ha llegado a encarnar la perfección pictórica del Renacimiento, la Biblia de Borso d’Este representa el culmen del arte de la miniatura. Cada página del manuscrito se concibió como una obra autónoma.
Los materiales usados, que incluyen el oro, pigmentos preciosos y lapislázuli procedente de Afganistán, subrayan la importancia del encargo y revelan, al mismo tiempo, la intención de crear un objeto que fuese, al mismo tiempo, devocional, político y artístico. Se trata, por tanto, de un volumen que trasciende su función religiosa para convertirse en una declaración de magnificencia y poder.

Borso d’Este y el esplendor de su corte
Entre 1455 y 1461, Borso d’Este, duque de Ferrara, promovió uno de los proyectos artísticos más ambiciosos de la Italia del siglo XV: la creación de una Biblia iluminada que mostrara la grandeza de su linaje. Pietro Paolo Marone fue el calígrafo responsable de ocpiar el texto, mientras que las miniaturas se encargaron a un equipo de artistas de primera línea, entre ellos Taddeo Crivelli y Franco dei Russi.
La corte de Ferrara vivía entonces un intenso florecimiento cultural, caracterizado por el contacto entre distintas tradiciones pictóricas. La Biblia de Borso d’Este refleja este ambiente cosmopolita mediante la fusión de influencias de grandes maestros del ámbito padano y del arte cortesano europeo con el rigor propio de la escuela ferraresa.
Tras la caída de los Este en Ferrara, la Biblia viajó con la familia cuando se trasladó a Módena. Más tarde, en el siglo XIX, el último duque del linaje la llevó a Viena. La intervención de un mecenas a comienzos del siglo XX permitió que la pieza regresara a Italia, donde se donó al Estado.

Un tesoro artístico: técnica, estilo y simbolismo
La Biblia está compuesta por dos volúmenes de gran formato, hechos de pergamino y decorados con una riqueza sin precedentes. Cada folio presenta márgenes poblados de motivos vegetales, escenas alegóricas, putti, animales fantásticos y escudos heráldicos.
La delicadeza de la línea, el vibrante uso del color y la complejidad de las escenas narrativas revelan un dominio absoluto de las técnicas de iluminación. El uso considerable de oro y pigmentos costosos, además, realza el carácter ceremonial de la obra y su función representativa en la corte de Ferrara.
El estilo de las miniaturas, que, según los expertos, mantiene un diálogo constante con la corriente padana del momento, comparte rasgos con la obra de artistas contemporáneos como Cosmè Tura o Francesco del Cossa. Se trata, así, de un manuscrito que no solo muestra la maestría técnica de sus iluminadores, sino también su capacidad para sintetizar las múltiples influencias que circulaban en la Italia de mediados del siglo XV.

La exposición: cómo, cuándo y dónde verla
La muestra que acoge el Senado italiano está concebida para resaltar el poder evocador de la Biblia. El título de la exposición, “Et Vidit Deus Quod Esset Bonum” ("Y vio Dios que era bueno"), alude al relato del Génesis y establece un vínculo simbólico entre la creación divina y la creación artística. Se prevé que la Biblia permanezca expuesta al público de 14 de noviembre de 2025 al 16 de enero de 2026.
El manuscrito se exhibe en una vitrina de microclima controlado, diseñada para mantener las condiciones óptimas de temperatura, iluminación y humedad. La protección extrema se debe a la sensibilidad del pergamino y de los pigmentos, que podrían deteriorarse rápidamente en condiciones menos favorables.
Quienes visiten la exposición podrán, además, recorrer digitalmente el manuscrito página por página, gracias a las pantallas interactivas que reproducen el documento en altísima definición. Esta herramienta permite acercarse a detalles que, por motivos de conservación, no pueden mostrarse físicamente.

Un manuscrito renacentista convertido en icono
A pesar de sus cinco siglos de historia, la Biblia de Borso d’Este continúa siendo un referente para los estudiosos del arte renacentista y para el público general. Su combinación de devoción religiosa, ambición política y virtuosismo artístico la convierte en un objeto único, capaz de interpelar a la sensibilidad contemporánea. El hecho de que se exhiba en Roma durante un acontecimiento de gran alcance como es el Jubileo busca subrayar la relevancia del patrimonio italiano.
Referencias
- Burini, Emanuela. 2013. La Bibbia di Borso d'Este. Storia di un prezioso manoscritto. Sestante.
- 2025. "Mostre, a Roma ritorna la Bibbia di Borso d’Este alla Biblioteca del Senato". Ministero di Cultura. URL: https://cultura.gov.it/comunicato/28235
- VVAA. 2025. Et vidit Deus quod esset bonum. La Bibbia di Borso d’Este. Roma: Treccani.