Bajo las tranquilas aguas del lago Mezzano, un grupo de arqueólogos ha trabajado sin pausa para sacar a la luz un poblado del Bronce sumergido, datable entre el 1700 y el 1150 a.C. aproximadamente. Gracias a la campaña de investigación llevada a cabo en 2025 en este yacimiento de Valentano (Viterbo, Italia), se ha podido reconstruir parcialmente un asentamiento palafítico de gran extensión, donde más de 600 pilotes, dispuestos en un tercio del área, emergen del lecho arcilloso. La campaña ha sido promovida por la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio para la provincia de Viterbo y la Etruria Meridional, en colaboración con un equipo multidisciplinar de arqueólogos, restauradores subacuáticos y técnicos especializados.
La campaña de 2025: reanudación tras décadas de silencio
El asentamiento de Mezzano se descubrió en el invierno de 1971 de la mano del geólogo Lamberto Ferri Ricchi. Aunque el yacimiento se investigó de manera intermitente entre 1973 y 1996 bajo la dirección de la Soprintendenza de Etruria Meridionale, fue en 2025, tras más de veinticinco años de interrupción, cuando las excavaciones se reanudaron gracias a nuevos fondos públicos y a la aplicación de metodologías tecnológicas de última generación, más eficientes.
La nueva campaña de estudio dio comienzo el 8 de septiembre de 2025. Como primer objetivo, el equipo determinó mapear de forma integral el fondo del lago mediante sonar de subfondo y técnicas de cartografía batimétrica de alta resolución. Con ello, se buscaba tanto trazar un mapa preciso del yacimiento como identificar las áreas que aún mostraban restos estructurales ocultos. En un segundo momento, se realizaron sondeos estratigráficos en sectores poco explorados, lo que permitió afinar el conocimiento de la estructura del poblado sumergido.

Un desafío para la arqueología subacuática
Las condiciones del trabajo resultaron complejas para los arqueólogos. La turbidez del sedimento y la escasa visibilidad bajo el agua supusieron un desafío constante. Para mitigarlo, el equipo empleó clarificadores hidráulicos y movimientos extremadamente controlados.
Por otro lado, mientras, en la superficie, las temperaturas superaban los 30 °C, en el área de excavación subacuática la temperatura apenas alcanzaba los 14 °C. Este contraste exigió aplicar una logística precisa y unos tiempos de inmersión cuidadosamente calculados.
El equipo estuvo dirigido por la arqueóloga subacuática Barbara Barbaro, especialista en protohistoria, con la asistencia de Egidio Severi como coordinador técnico, Massimo Lozzi como encargado de la documentación fotográfica, y los arqueólogos Maria Bruno y Dario D’Amico. La empresa CSR Restauro Beni Culturali, bajo la supervisión del arqueólogo Simone Falqui, se ocupó de los trabajos de restauración subacuática, mientras que la seguridad corrió a cargo del arquitecto y buzo profesional Massimiliano Ena.

El hallazgo: un poblado "completo” bajo el agua
Los resultados de la primera campaña de excavación han revelado una densidad extraordinaria de estructuras palafíticas que se extienden de manera continua bajo las aguas. Los pilotes, que aparecen a profundidades variables entre 10 y 2,5 metros, se distribuyen de forma homogénea a lo largo de tres anillos concéntricos claramente diferenciados. Tal regularidad ha permitido establecer la evolución cronológica del asentamiento a lo largo de más de medio milenio. Los pilotes más profundos se corresponderían con las fases iniciales del ocupación del poblado, mientras que los situados en zonas más superficiales corresponderían a las etapas más recientes.
Objetos metálicos y lingotes de bronce
Además de los elementos estructurales, el equipo recuperó más de 25 objetos metálicos de bronce en excelente estado de conservación. Entre ellos, se cuentan hachas de aletas, puntas de lanza, fíbulas, anillos, un alfiler, un hocino y una tachuela decorada con un motivo solar. La variedad de piezas indica que, dentro del asentamiento, se llevó a cabo una amplia gama de actividades metalúrgicas y domésticas.
También se documentaron fragmentos de lingotes de bronce que sugieren la existencia de áreas dedicadas a la fundición o al almacenamiento del metal. Algunos objetos presentaban rastros de exposición al fuego, lo que hace pensar que el poblado pudo haber sufrido incendios parciales antes de su hundimiento definitivo o su abandono. La presencia de estructuras calcinadas y maderas ennegrecidas refuerza esta hipótesis.
Las piezas, además, aparecieron en distintos niveles de sedimentación. Algunas estaban completamente selladas bajo capas de arcilla compacta que las protegieron de la oxidación durante milenios. Otras, en cambio, se hallaban sobre el limo más superficial y pudieron localizarse gracias al uso combinado de detectores de metales y sonares de precisión.

Interpretando el yacimiento subacuático de Mezzano
Aunque todavía no puede afirmarse que se haya descubierto la totalidad del asentamiento, los datos reunidos permiten hablar de un poblado palafítico de grandes dimensiones, articulado sobre plataformas sostenidas por centenares de pilotes. El trazado sugiere una ocupación planificada, con áreas de actividad diferenciadas y una evolución estructural que siguió los cambios del nivel del lago.
Resulta de especial importancia la hipótesis de la existencia de talleres metalúrgicos locales. Los objetos hallados, junto con la presencia de lingotes y los desechos de fundición, apuntan a una comunidad tecnológica que participaba en las redes de intercambio de materias primas. En este sentido, el lago Mezzano pudo desempeñar un papel clave como punto de conexión entre las rutas interiores del Lacio septentrional y las zonas costeras tirrénicas.
Hasta ahora no se han identificado zonas residenciales claramente separadas, sino un continuo de pilotes y materiales que indican una ocupación homogénea del espacio lacustre. Este patrón difiere del observado en otros yacimientos palafíticos alpinos y sugiere una organización social adaptada al medio lacustre, sujeta, quizás, a las variaciones estacionales del nivel del agua.

Perspectivas futuras
Las próximas campañas prevén continuar el mapeo de los pilotes aún no documentados, realizar nuevos sondeos estratigráficos y asociar los materiales cerámicos y metálicos a las distintas fases de ocupación. También será fundamental determinar en qué medida los objetos hallados en los niveles superiores se vieron desplazados por procesos naturales, como las corrientes subacuáticas y las erosiones del fondo.
El descubrimiento del poblado sumergido del lago Mezzano constituye, en definitiva, un avance de enorme importancia para la arqueología subacuática italiana. Además de expandir el conocimiento del que se dispone sobre la vida en las comunidades del Bronce, también demuestra el potencial de las investigaciones interdisciplinarias que combinan arqueología, geología, física y conservación.
Referencias
- 2025. "Valentano (VT) – lago di Mezzano: nuova luce sull’antico insediamento palafitticolo dell’Età del Bronzo al termine della prima campagna 2025". Ministero della Cultura. URL: https://sabapviterboetruria.cultura.gov.it/valentano-vt-lago-di-mezzano-nuova-luce-sullantico-insediamento-palafitticolo-delleta-del-bronzo-al-termine-della-prima-campagna-2025/
- 2025. "Valentano (VT) – lago di Mezzano: inizio lavori". Ministero della Cultura. URL: https://sabapviterboetruria.cultura.gov.it/valentano-vt-lago-di-mezzano-inizio-lavori/
 
	
			 
						 
	
	 
	
	 
	
	