Leonardo da Vinci murió en 1519, pero la ciencia del siglo XXI podría devolverle algo de vida. Por primera vez, investigadores están reconstruyendo su ADN a partir de restos humanos, documentos y obras que podrían contener rastros biológicos. El proyecto, llamado Leonardo da Vinci DNA Project, busca confirmar si los huesos enterrados en el castillo de Amboise, en Francia, pertenecen realmente al artista, y abrir la puerta a estudiar su genoma completo.
El plan no es reciente: comenzó en 2016 y reúne a especialistas de la Universidad de Florencia, el Instituto J. Craig Venter de California y la Universidad Rockefeller de Nueva York. Su objetivo final es entender, desde la biología, el origen del genio de Leonardo. Si logran recuperar ADN suficiente, los científicos podrán analizar rasgos como su aguda visión, su creatividad e incluso posibles condiciones de salud que marcaron su vida.
Según los investigadores, esta no es solo una aventura científica, sino un viaje para conectar la historia con la genética moderna. ”Incluso una pequeña huella digital en una página podría contener células para secuenciar”, dice Jesse H. Ausubel de la Universidad Rockefeller y director del proyecto. “La biología del siglo XXI está moviendo la frontera entre lo incognoscible y lo desconocido. Pronto podremos obtener información sobre Leonardo y otras figuras históricas que alguna vez se creyeron perdidas para siempre”, afirmó Jesse Ausubel, de la Universidad Rockefeller y director del proyecto desde Nueva York.
”Incluso una pequeña huella digital en una página podría contener células para secuenciar”
Ausubel

La clave está en el cromosoma Y
Uno de los grandes avances del proyecto fue lograr algo que nadie había conseguido antes: confirmar una línea masculina viva que se remonta al siglo XIV. Seis hombres italianos actuales comparten el mismo cromosoma Y que tuvo la familia de Leonardo da Vinci. Este hallazgo, publicado en el libro Genìa Da Vinci, es resultado de tres décadas de investigación genealógica dirigida por los historiadores Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato.
El cromosoma Y pasa casi intacto de padre a hijo, por lo que funciona como una especie de “firma biológica” a lo largo de generaciones. A partir de archivos, registros notariales y documentos parroquiales, los expertos lograron reconstruir un árbol genealógico que abarca 21 generaciones y más de 400 personas, hasta llegar a los descendientes actuales.
El siguiente paso será comparar ese cromosoma con el ADN de los restos hallados en la iglesia de Saint-Florentin, en Amboise, donde se cree que fue sepultado el artista.
"Son necesarios análisis más detallados para determinar si el ADN extraído está suficientemente conservado", explicó David Caramelli, coordinador de aspectos antropológicos y moleculares del Proyecto Leonardo DNA y director del Departamento de Biología de la Universidad de Florencia. “De acuerdo a los resultados, podemos proceder con el análisis de fragmentos del cromosoma Y para compararlos con los descendientes actuales”.
Excavaciones en busca del verdadero Leonardo
“Nuestro objetivo al reconstruir el linaje de la familia Da Vinci hasta nuestros días, preservando y valorando al mismo tiempo los lugares relacionados con Leonardo, es permitir la investigación científica sobre su ADN”, dijo Vezzosi.
Mientras los análisis genéticos avanzan en los laboratorios, en la Toscana también se excavan las raíces familiares del genio. En la iglesia de Santa Croce, en el pequeño pueblo de Vinci, arqueólogos de la Universidad de Florencia han encontrado una tumba familiar que podría contener los restos de su abuelo Antonio, su tío Francesco y varios de sus medio hermanos. Estas piezas podrían ser la clave para confirmar la línea paterna y cerrar el círculo de ADN familiar.
Los científicos ya han recuperado fragmentos óseos y los han sometido a dataciones por radiocarbono. Al menos uno pertenece a un hombre de la época correcta, lo que aumenta las probabilidades de estar ante un pariente directo de Leonardo. Si el ADN de esos restos coincide con el de los descendientes actuales, el siguiente paso será cotejarlo con los huesos de Amboise.
El trabajo es delicado, los restos tienen más de 500 años y podrían estar degradados. Aun así, el equipo confía en las técnicas de secuenciación de ADN antiguo y en el desarrollo de métodos para aislar fragmentos genéticos incluso de objetos como cuadernos, pinceles o manuscritos.

Ciencia y arte, un mismo laboratorio
El proyecto no se limita a los restos humanos. También se están analizando obras de arte, manuscritos y materiales del Renacimiento para identificar restos biológicos. Los científicos han encontrado diferencias entre los microorganismos que viven sobre pinturas en madera, lienzo o mármol, lo que podría ayudar a conservar mejor estas piezas.
Gracias a técnicas como la secuenciación 16S, se descubrió que ciertas bacterias oxidadoras podrían ser responsables del deterioro y el desvanecimiento de algunas pinturas antiguas. Estos hallazgos, aunque secundarios, abren un campo nuevo entre la biología y la conservación del arte.
Además, el análisis genético podría servir para autenticar obras atribuidas a Leonardo o a su taller. Si se encontrara ADN coincidente con su perfil, sería una herramienta revolucionaria para verificar la autoría de piezas discutidas. El arte y la genética, dos mundos que rara vez se cruzan, hoy trabajan juntos para escribir un nuevo capítulo de la historia.
“No se trata solo del autor del cuadro más famoso del mundo”, dijo Ausubel. “Es un desafío redefinir los límites del conocimiento histórico y del patrimonio cultural.”
Lo que el ADN podría revela
Más allá de confirmar una tumba, los científicos quieren comprender qué hacía único a Leonardo. Su capacidad para observar, crear y experimentar podría tener raíces biológicas. Los investigadores buscan en su ADN posibles vínculos con la agudeza visual, la lateralidad (era zurdo) o predisposiciones de salud que influyeron en su obra.
Incluso se habla de reconstruir su rostro en tres dimensiones, combinando datos genéticos con información anatómica y artística. Aunque esto aún está lejos, la idea de “ver” a Leonardo tal como era ha despertado gran expectativa.
El proyecto también explora los escritos del propio Leonardo sobre herencia y biología, donde planteaba ideas que hoy se asocian con la epigenética: cómo la dieta, el entorno o las emociones pueden influir en la descendencia.
“Leonardo cuestionó los orígenes de la vida humana no solo biológicamente: en sus estudios sobre la generación, la concepción se convierte en un acto complejo donde la naturaleza, la emoción y el destino se entrelazan —anticipando temas ahora centrales para el debate epigenético”, explicó Sabato.

El legado que une historia y ciencia
El Leonardo da Vinci DNA Project no solo busca reconstruir un genoma, sino preservar un legado. Para la pequeña ciudad de Vinci, donde nació el genio, este trabajo representa un motivo de orgullo y una forma de traerlo de vuelta, no como mito, sino como persona real.
Los hallazgos ya han inspirado la creación del archivo digital Genìa Da Vinci, una base de datos que reúne toda la información genealógica y documental del proyecto, abierta a investigadores y al público. Además, se prepara un documental y una película internacional sobre esta búsqueda.
Aún faltan años para obtener resultados definitivos, pero el avance es innegable. Si logran reconstruir su ADN, no solo se resolverá un misterio histórico, sino que se abrirá un camino para estudiar otros grandes personajes del pasado con las herramientas de la biología moderna. El genio de Leonardo da Vinci podría volver a revelarse, esta vez, desde la ciencia.
Referencias
- Vezzosi, A., & Sabato, A. (2025). Genìa Da Vinci. Genealogy and Genetics for Leonardo’s DNA. Angelo Pontecorboli Editore. https://www.jcvi.org/research/leonardo-da-vinci-dna-project
 
	
			 
						 
	
	 
	
	 
	
	