Científicos españoles han descubierto que el consumo de melatonina ayuda a regular el aumento de peso porque estimula la aparición de “grasa beige”, un tipo de células grasas que quema las calorías en lugar de almacenarlas. Esta sustancia está presente de forma natural en nuestro cuerpo pero también podemos obtenerla a través del consumo de alimentos como la mostaza, las almendras o las cerezas.
Los antiguos egipcios utilizaban la cebolla para inducir el sueño, y lo cierto es que no iban desencaminados. La cebolla, sobre todo si es roja o chalota, contiene quercetina, una sustancia con efectos antioxidantes, antiinflamatoria y sedante, que ayuda a conciliar el sueño.
En el Día Mundial de la Salud Digestiva, te contamos siete datos curiosos sobre la digestión. Por ejemplo, que la capacidad del estómago normalmente ronda los 1,5 litros, pero que cuando comemos se puede estirar hasta llegar, incluso, a duplicar su tamaño.
Un nuevo estudio de la Universidad de Michigan (EE UU) revela que una proteína llamada Bcl10 es necesaria para que los ácidos grasos libres, que se encuentran en las comidas con elevado contenido de grasa y se almacenan en la grasa del cuerpo, obstruyan la acción de la insulina y lleven a niveles anormalmente elevados de azúcar en la sangre. La investigación, que se publicará en Cell Reports aporta nuevas claves acerca de los cambios moleculares perjudiciales para la salud que se inician al comer alimentos con altos contenidos de grasa.
Hasta 40 veces, según revela un reciente estudio de la Universidad de Iowa (EE UU). La razón es que masticar con insistencia los alimentos antes de tragarlos reduce la cantidad que comemos, porque disminuye el hambre y el deseo de comer. Además, al comer despacio aumentan los niveles de CCK, una hormona relacionada con la saciedad, y se reduce la concentración de grelina, la hormona del apetito en el cerebro.
El Día del Panqueque (Pancake Day, en inglés) es una fiesta de origen religioso que se celebra en Reino Unido el martes de Carnaval. Tradicionalmente, al tratarse del último día antes de Cuaresma, debían consumirse en los hogares todos aquellos alimentos ricos en grasas que estaban prohibidos durante el ayuno.
Ir de compras, tener orgasmos, aprender, comer alimentos con muchas calorías, jugar a juegos de azar, bailar hasta la extenuación y jugar por internet activan señales que convergen en un pequeño grupo de regiones cerebrales conectadas entre sí del llamado circuito mesocorticolímbico del placer, donde se producen los "subidones" de dopamina.
Este fenómeno se debe a las reacciones de pardeamiento no enzimático o reacciones de Maillard (llamadas así en honor al químico francés Louis Camille Maillard), que son responsables de los sabores, olores y colores de los alimentos tostados, horneados, asados o fritos. Se producen entre aminoácidos y azúcares y sobre todo a partir de los 140ºC de temperatura.
A lo largo del día ingerimos alimentos y líquidos que eliminamos de varias maneras. Por ejemplo, normalmente expulsamos por la orina 1400 militros al día. Además, a lo largo del día se envían a los pulmones dióxido de carbono y vapor de agua, de manera que solemos eliminar a diario 350 ml de agua por los pulmones.
Según la Clínica Mayo, algunas verduras como las cebollas, las zanahorias, el brócoli, el apio, la coliflor, el repollo y las coles de bruselas, además de las legumbres, suelen producir gases. También las frutas con mucha azúcar, como las manzanas, los albaricoques y los plátanos.
Los niveles en sangre elevados del antioxidante alfa-caroteno, presente en alimentos como las zanahorias, el brócoli o las espinacas, se relacionan con un menor riesgo de muerte prematura según un estudio publicado en 'Archives of Internal Medicine'.
Los opiáceos, hipnóticos y demás fármacos suministrados para provocar la anestesia general inutilizan el nervio vago, el cual activa, entre otras muchas cosas, la musculatura lisa o involuntaria del estómago y el intestino. Por eso, el aparato digestivo necesita reposar durante un tiempo antes de funcionar de nuevo con normalidad.
El estómago es un órgano elástico que da mucho de sí. Cuando está vacío, tiene un volumen de unos 50 ml, pero puede dilatarse 80 veces y almacenar hasta 4 litros de alimentos.
Descubre por qué la orina puede cambiar de color y olor después de consumir ciertos alimentos. Algunas personas notan que su orina se vuelve rojiza después de comer remolacha, debido al pigmento llamado betacianina presente en este alimento.
Objetos que hoy son indispensables para la vida diaria existen apenas desde hace un siglo. ¿Cómo se las arreglaban nuestros antepasados para conservar los alimentos, lavar la ropa o asearse, sin nevera, lavadora ni agua corriente?
El tiempo que tarda un alimento en recorrer los nueve metros de tracto digestivo, desde que entra en la boca hasta que se defeca, varía dependiendo de múltiples factores.
Mucha gente piensa que al congelar un alimento, este pierde algunas de sus cualidades. Recurrimos a la ciencia y a los expertos para averiguar cuánto de verdad hay en esta creencia popular.