Existe la creencia popular de que las grandes cabezas albergan grandes mentes. Incluso que una frente amplia y despejada es sinónimo de inteligencia. Pero hasta la fecha no existe estudio alguno que confirme que las personas listas tengan un coco de mayor tamaño, así como que éste contenga un enorme cerebro, cosa que tampoco garantiza que su dueño posea alguna facultad intelectual superior a la de los demás. Las autopsias han revelado que gentes con un alto cociente intelectual pueden ser poseedoras de cerebros de tamaño menor que la media poblacional. No obstante, un estudio realizado hace varios años por Paul Thompson y sus colegas de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) reveló que algunas regiones cerebrales dependen de la herencia genética y que su tamaño puede estar en relación directa con determinadas habilidades intelectuales.
El asunto cambia si hablamos de distintas especies. El tamaño del cerebro está vinculado a la inteligencia, siendo los humanos los animales más inteligentes en parte debido al gran tamaño de nuestro cerebro, que pesa alrededor de 1 kilo y 300-400 gramos. Aunque hay diferencias entre hombres y mujeres, con un cerebro masculino un 10% más grande en promedio, al compararse con otros mamíferos, la masa cerebral humana es seis veces mayor que la media. La inteligencia se relaciona, en parte, con la cantidad de sustancia gris, que son las neuronas en el cerebro. Sin embargo, aunque el tamaño del cerebro importa, solo explica hasta un 10% de las diferencias intelectuales.
