La automoción no es solo tecnología ni transporte: es una narración viva que a lo largo del tiempo forja identidades, revoluciones industriales y sueños de libertad sobre ruedas. En ese contexto, el anuncio de que Renault, en colaboración con Artcurial Motorcars, pone a la venta una centena de vehículos históricos de su colección —la llamada «Collection Renault»— no es únicamente una operación de mercado. Es, al contrario, una apertura singular al patrimonio automovilístico, una invitación a que apasionados, coleccionistas y curiosos participen de la historia de una marca que ha marcado generaciones. Según el comunicado, la subasta se celebrará el próximo 7 de diciembre de 2025 en Flins‑sur‑Seine (región parisina), al mismo tiempo que la fábrica histórica se prepara para acoger en 2027 un museo dedicado a los 125 años de legado de la marca.
El anuncio destaca que Renault conserva hoy más de 800 vehículos en su colección, de los cuales seleccionará alrededor de 600 para su futuro museo; los restantes, vehículos de los que la marca posee varios ejemplares, serán puestos a la venta como parte de una racionalización del patrimonio. Esta decisión tiene una lectura doble: por un lado, preserva lo más esencial del pasado automovilístico de Renault; por otro, abre la posibilidad de que piezas excepcionales lleguen a nuevos entornos, a nuevos custodios. Más aún, la mayoría de los lotes (más del 90 %) se ofrecerán sin precio de reserva, lo que incrementa el atractivo para los coleccionistas.
Este movimiento estratégico se enmarca en una visión más ambiciosa del fabricante francés por reinterpretar su legado. Renault convierte su antigua fábrica en un templo cultural, un espacio de vanguardia que conjuga realidad aumentada, coches históricos y arte urbano, convirtiéndose en el proyecto cultural más ambicioso de su historia. Este entorno cultural será el nuevo hogar del museo Renault y epicentro de su estrategia de valorización del pasado.
Desde los orígenes del automóvil de la marca hasta los monoplazas de Fórmula 1 que marcaron hitos, la subasta ofrece un recorrido por diferentes facetas de la historia de Renault: coches pioneros de principios del siglo XX, modelos populares icónicos, vehículos de competición y de rally, objetos de archivo, maquetas, motores históricos… Todo ello en un evento que pretende trascender la mera transacción económica.
La marca, además, no limita su mirada al pasado. En plena ola de electrificación, Renault revive su icónico 'cuatro latas' en clave eléctrica, un gesto de nostalgia futurista que conecta emocionalmente con varias generaciones mientras se adapta a los retos de la movilidad sostenible. Esta dualidad entre preservar el legado y reinterpretarlo bajo una nueva luz define el espíritu de la subasta.

Contexto institucional de la operación
La subasta responde al ambicioso proyecto de Renault de dar visibilidad pública a su patrimonio automovilístico. La marca anuncia que el museo denominado «Les Collections» abrirá sus puertas en 2027 en Flins-sur-Seine, poniendo en valor más de un siglo de historia industrial y automovilística. Al mismo tiempo, la operación de venta de 100 vehículos responde a una racionalización de su colección: conservar los modelos más emblemáticos (alrededor de 600) y liberar otros de los que la marca posee múltiples ejemplares. Esta dualidad –preservar y abrir– revela una estrategia que mezcla legado, branding y una nueva relación con el coleccionismo.

La mecánica de la subasta
La cita tendrá lugar el 7 de diciembre de 2025 en Flins-sur-Seine, a solo 40 kilómetros de París, en el histórico sitio industrial de Renault. Se trata de un entorno simbólico que aporta valor añadido al evento: no es simplemente una sala de subasta, sino un espacio cargado de significado. Además, se destaca que más del 90 % de los lotes se ofrecerán sin precio de reserva, lo que permite que la puja determine el valor, abriendo la puerta a sorpresas entre los asistentes o pujas online.

Orígenes de la colección Renault
Dentro de la selección se encuentran piezas que remontan a los primeros años de la marca, como un modelo Type D de 1901 aún operativo o réplicas del Type A de 1898 en versiones térmica y eléctrica, fabricadas en 1998 como conmemoración del centenario. Estos vehículos representan no solo antigüedad, sino también los comienzos de la movilidad industrial y el ingenio de Louis Renault. Su presencia en la subasta permite al coleccionista poseer un fragmento auténtico de la génesis del automóvil.

La competición: la era Turbo en la F1 de Renault
Una parte sustancial de la subasta está dedicada a los monoplazas de Fórmula 1 que marcaron la historia de la competición, especialmente entre 1977 y 1985. Renault Sport fue pionera del motor turbo y logró 15 victorias y 31 poles en ese periodo. Se incluyen modelos como el RS01, RE27B, RE60 01B o el legendario RE40, ganador del GP de Bélgica en Spa. Estos coches no son solo piezas de museo: llevan consigo cuadernos técnicos originales, historia de ingenieros, pilotos célebres como Alain Prost o Jean-Pierre Jabouille, y toda una ola de innovación que cambió la Fórmula 1.

La resistencia y los grandes retos de velocidad
Otra categoría destacada es la de vehículos de resistencia, y en concreto modelos como el Alpine A442 (chasis 0) que disputó las 24 Horas de Le Mans. Esta pieza no solo representa un momento deportivo concreto, sino una experiencia de alto nivel técnico y humano: velocidad, ingeniería, logística y tensión. Hoy, ese legado se transmite a través de un coche histórico que puede cambiar de manos y continuar su historia en manos de un nuevo apasionado.

El rally: iconos de la emoción en carreteras abiertas
La venta también rinde homenaje a la época gloriosa de los rallies, con modelos como el prototipo Maxi Turbo 5 B0 o el Renault 5 GT Turbo «Bandama», que conserva la tierra roja del rally e incluso su matrícula original. Este tipo de vehículos lleva consigo la emoción del asfalto, los saltos, el polvo y el rugido de los motores. Para el coleccionista apasionado, poseer un modelo de rally es obtener una historia viva, marcada por la adrenalina y la resistencia extrema.

Los clásicos populares: del 4 CV al Clio Williams
No todo el protagonismo lo acaparan los coches de competición: la subasta incluye también modelos icónicos de la historia popular de Renault, como el Renault 4 CV, el Renault 5 «policía», el Renault Clio Williams o el modelo Floride Disney. Algunos están restaurados, otros conservados en estado original, lo que añade un gran valor emocional y cultural. Estos modelos apelan directamente a la memoria colectiva y al público nostálgico que busca conexión sentimental con épocas pasadas.

La firma Alpine en el escaparate histórico
La operación no olvida a la marca Alpine, que forma parte del universo Renault y cuya historia de deportividad va ligada a la innovación. Se incluyen piezas como el Alpine A610 Evolution –la versión más potente jamás construida–, el Alpine V6 Turbo o incluso maquetas de A110. Para los coleccionistas especializados, los Alpine representan una dimensión adicional: pasión por la conducción, diseño exclusivo y herencia deportiva.

Los objetos de archivo: más allá del coche
La subasta no se limita a automóviles: incluye también una centena de objetos históricos, que van desde maquetas de túnel de viento y estudios de diseño, motores míticos de F1 (como el Renault Elf V6 Turbo EF15), hasta relojes, barcos, réplicas de monos de piloto y piezas tan insólitas como un platillo volante “Reinastella”. Este tipo de lotes permite a los amantes del automovilismo poseer fragmentos menos vistos, pero igual de reveladores de la evolución técnica y cultural de Renault.

El valor patrimonial y de marca
Desde el punto de vista de Renault, esta operación no es solo una venta: es una acción de valorización patrimonial. Conservar 600 modelos emblemáticos y abrir el resto al mercado permite que la marca y su legado se reconfiguren de cara al siglo XXI. Al mismo tiempo, el coleccionista interesado accede a piezas raras directamente del fabricante, lo que añade legitimidad, trazabilidad y una narrativa histórica coherente.

Desafíos y oportunidades para coleccionistas
La posibilidad de adquirir un coche directamente de la marca plantea un notable atractivo, pero también exige al comprador una reflexión sobre mantenimiento, conservación, espacio de exhibición y valorización futura. Piezas de más de medio siglo requieren cuidados específicos, y el valor sentimental puede generar tanto satisfacción como responsabilidad. La ausencia de precio mínimo en la mayoría de lotes puede, sin embargo, ofrecer oportunidades únicas a quienes sueñan con hacerse con un trozo de historia.

Movilidad, patrimonio e innovación
La subasta que organiza Renault junto a Artcurial Motorcars nos invita a reflexionar sobre la relación entre movilidad, patrimonio y tecnología. Los vehículos que en su día fueron herramientas de producción, deporte o movilidad cotidiana, se convierten hoy en testimonios de una época.

En un momento en que la movilidad eléctrica y los nuevos modelos de uso están reinventando el sector, rescatar el pasado adquiere una nueva dimensión: es un puente entre lo que fuimos y lo que estamos construyendo.