Así se consiguió recuperar del fondo del mar un lujoso vestido del siglo XVII de la reina Enriqueta María de Francia perdido tras un naufragio

Este vestido del siglo XVII, hallado en un cofre hundido, podría haber pertenecido a una gran reina. Un tesoro de seda que revela la opulencia de la nobleza.
Mujer con vestido rojo
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Vestido recuperado del pecio. Fuente: Frouke Ecomare/Wikimedia - Vestido de la Edad Moderna

El mar es una fuente de tesoros aún por descubrir. En 2014, frente a las costas de la isla neerlandesa de Texel, unos buceadores localizaron los restos de un antiguo navío mercante sepultado por la arena, a más de veinte metros de profundidad. Nadie estaba preparado para lo que se encontraría en los cofres del pecio. El cargo hundido estaba compuesto por objetos de lujo extraordinariamente bien conservados, entre ellos sedas, bordados, libros encuadernados en cuero y un vestido de tafetán marrón dorado. Ese vestido, confeccionado en seda de altísima calidad y perteneciente, con toda probabilidad, a una mujer de la nobleza del siglo XVII, se convirtió en uno de los hallazgos textiles más excepcionales del mundo subacuático.

Las investigaciones realizadas por el Museum Kaap Skil, encargado de custodiar las piezas, han permitido reconstruir parte de la historia de este singular naufragio. Aunque la identidad de la propietaria del suntuoso vestido sigue siendo un misterio, los estudios recientes han planteado una hipótesis sugerente: el vestido podría haber pertenecido a alguna dama del séquito o incluso a la propia reina Enriqueta María de Francia, esposa de Carlos I de Inglaterra, quien perdió varios barcos de equipaje frente a las costas neerlandesas durante una tormenta en 1643.

Vestido del pecio de Palmwood
Vestido del pecio de Palmwood. Fuente: Frouke Ecomare/Wikimedia

El hallazgo bajo las arenas de Texel

El descubrimiento del pecio Palmwood Wreck se produjo fortuitamente. Los restos del barco salieron a la luz cuando el movimiento de las corrientes marinas desplazó parte de la arena que los cubría. Los buceadores del club de arqueología subacuática de Texel notificaron de inmediato el hallazgo a las autoridades, que organizaron una intervención de rescate bajo la supervisión del Rijksdienst voor het Cultureel Erfgoed (RCE), la agencia estatal neerlandesa para la protección del patrimonio cultural.

El pecio estaba compuesto por los restos de un mercante de gran tamaño, construido hacia la primera mitad del siglo XVII. En su interior, se hallaron baúles intactos con tejidos, porcelanas orientales, objetos de tocador y libros encuadernados en cuero y oro. Sellado por el lodo, ante la ausencia de oxígeno el material se conservó de forma excepcional.

Enriqueta María de Francia
Enriqueta María de Francia. Fuente: San Diego Museum of Art/Wikimedia

Un vestido digno de una reina

Entre las piezas salvadas, destaca un vestido de seda marrón, que, a diferencia de la mayoría de los tejidos recuperados de ambientes marinos, se mantenía prácticamente completo. El vestido estaba confeccionado con tafetán de seda, ricamente decorado y adaptado al estilo cortesano inglés de mediados del siglo XVII, con un corpiño ajustado, mangas amplias y faldones anchos. Según los especialistas, para poder confeccionarlo hubo que utilizar una cantidad considerable de tela, lo que apunta al alto estatus de su dueña.

La restauración y la conservación de un tesoro textil

La recuperación del vestido constituyó un desafío técnico sin precedentes. Los restauradores tuvieron que mantener la prenda constantemente húmeda para evitar que la seda se desintegrase en contacto con el aire. A continuación, se sustituyó el agua por disolventes especiales de forma progresiva y se aplicaron técnicas de consolidación mediante fibras microscópicas.

Una vez estabilizada, la prenda se sometió a análisis microscópicos y espectroscópicos que confirmaron la naturaleza de sus fibras y colorantes. Los resultados revelaron una composición de seda tejida con urdimbre y trama finísimas, teñida con pigmentos naturales de origen vegetal. Además, la ausencia de elementos metálicos o bordados con hilo de oro sugiere que se trataba de un vestido de uso cotidiano de una dama de muy alto rango, más que de un traje ceremonial.

El trabajo de conservación se completó con la reconstrucción virtual de su estructura original. Gracias a los estudios comparativos con retratos de la época y prendas de museos europeos, los especialistas lograron recomponer su forma y postura. En la actualidad, el vestido permanece expuesto en el museo de Kaap Skil, en Oudeschild.

Dama de la nobleza con vestido rojo
Recreación fantasiosa. Fuente: MMidjourney/Erica Couto

El pecio Palmwood: un naufragio de lujo en el siglo XVII

El barco en el que viajaba el vestido transportaba una carga poco común. Entre los objetos recuperados, figuraban paneles de madera de palma (de ahí su nombre), tapices, porcelanas chinas, libros de salmos y un abanico plegable, además de diversos cofres con textiles. Todo apunta, por tanto, a que se trataba de un buque que transportaba los efectos personales de miembros de la alta aristocracia europea.

Los análisis dendrocronológicos de la madera, así como los estilos decorativos de los objetos, indican una cronología en torno a la década de 1640, momento de intensos intercambios marítimos entre Inglaterra, los Países Bajos y Francia. La coincidencia temporal ha llevado a algunos investigadores a vincular el naufragio con un episodio histórico bien documentado: el viaje de la reina Enriqueta María de Francia a los Países Bajos en 1642 y su regreso a Inglaterra en 1643, en medio de la guerra civil inglesa.

Vestido del siglo XVII
Vestido. Fuente: Museum Kaap Skil/Wikimedia

¿Un vestido de la reina Enriqueta María? Una hipótesis con fundamento

La posible relación entre el pecio de Palmwood Wreck y la reina Enriqueta María se planteó inicialmente en la prensa neerlandesa en 2016. Aunque pronto se descartó por falta de pruebas, historiadores como Arnold Westera han reexaminado la cuestión recientemente. Utilizando fuentes documentales de la época, el autor señala que las noticias de la época mencionan la pérdida de dos buques de equipaje de la reina durante una tormenta frente a Texel acaecida en febrero de 1643, precisamente donde se localizó el pecio.

Aunque no existen documentos que vinculen de forma directa el barco con el séquito real, la coincidencia geográfica y cronológica resulta llamativa. Las características del cargamento —objetos personales de lujo, textiles finos y objetos de tocador— encajan con lo que cabría esperar de un navío destinado al transporte del equipaje de una corte en tránsito. Westera sugiere, por tanto, que el pecio de Palmwood Wreck podría corresponder a uno de los dos barcos de servicio que acompañaban a la reina en su regreso a Inglaterra, lo que explicaría la presencia del vestido y de otros bienes de élite. Aunque esta interpretación no se ha confirmado oficialmente, sí ha ganado terreno entre los especialistas, quienes reconocen la plausibilidad de la hipótesis.

Referencias

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