El Opel Mokka ha sido siempre un SUV que juega con la estética, pero ahora, la marca alemana ha decidido inyectarle una dosis de adrenalina pura con el nuevo Opel Mokka GSE. Estas tres letras (Grand Sport Electric) no son solo un guiño nostálgico a la historia de Opel, sino el pasaporte a una nueva era de altas prestaciones de cero emisiones. Este modelo es, sin lugar a dudas, la versión más radical, potente y emocional que jamás haya existido del Mokka. Opel ha roto el molde, demostrando que un SUV compacto 100 % eléctrico puede ser sinónimo de deportividad sin renunciar a la eficiencia ni al diseño.
El Mokka GSE no es un ejercicio de marketing casual; su esencia está directamente ligada al mundo de la competición. Aprovecha el tirón mediático y la experiencia técnica del Mokka GSE Rally, el vehículo que compite en la nueva ADAC Opel GSE Rally Cup, para trasladar soluciones propias de los rallies a la conducción diaria. El resultado es un coche diseñado para devorar curvas y ofrecer un manejo contundente y ágil, sin la necesidad de un motor de combustión ruidoso. Estamos hablando de cifras que impactan: una potencia de 281 CV (207 kW) y un par motor instantáneo de 345 Nm. Esto le permite catapultarse de 0 a 100 km/h en apenas 5,9 segundos, con una velocidad máxima limitada a 200 km/h. La entrega de potencia es típicamente eléctrica: lineal, silenciosa y contundente desde el primer milímetro del acelerador.
Pero la deportividad del GSE va más allá de la potencia bruta. Lo verdaderamente fascinante es la precisión alemana con la que se ha gestionado esa fuerza. El chasis del Mokka GSE es una herencia directa del coche de competición, optimizado para ofrecer una conexión visceral entre el conductor y el asfalto. Con una puesta a punto específica de la dirección, muelles más firmes y amortiguadores recalibrados, este Mokka promete una agilidad impecable. El coche se siente pegado al suelo, permitiendo un paso por curva plano y controlado. Es la prueba definitiva de que la deportividad puede ser silenciosa, eficiente y, sobre todo, plenamente contemporánea, sin perder ni un ápice de actitud. Es el SUV eléctrico más excitante de su categoría.
La esencia del rally en un SUV de calle
El Opel Mokka GSE recupera unas siglas legendarias y las conecta con su homólogo de competición, el Mokka GSE Rally. Esta conexión traslada a la calle sensaciones y soluciones técnicas propias de las pistas, haciendo del GSE un modelo diseñado para disfrutar de cada curva.

Potencia sin límites: 281 CV y 345 Nm al instante
El corazón eléctrico del GSE es impactante. Ofrece 281 CV (207 kW) y un par motor instantáneo de 345 Nm. Esta fuerza se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5,9 segundos, con una entrega de potencia lineal y contundente que caracteriza a los mejores eléctricos deportivos.

El secreto del chasis, heredado de la competición
Para transmitir esta potencia al asfalto con la máxima precisión, el Mokka GSE incorpora un chasis optimizado. Se trata de una arquitectura heredada directamente del coche de competición, con tracción delantera y una puesta a punto específica.

Precisión alemana en cada curva
El manejo es ágil, controlado y preciso. La suspensión McPherson ha sido mejorada con muelles más firmes y un tuning específico en los amortiguadores. El resultado es un comportamiento que minimiza el balanceo y garantiza una conducción plana en curva.

Diseño con carácter
El exterior se distingue por su paquete estético GSE. Destacan los acentos en color negro en el techo, los pilares y las carcasas de los retrovisores. A esto se suman detalles únicos en rojo que enfatizan su carácter racing.

El Black Vizor: el frontal que impone respeto
El frontal del Mokka GSE presenta la inconfundible cara negra de Opel, el Vizor, que se integra con el diseño de los faros. Esta seña de identidad refuerza la modernidad del vehículo.

Interior de carreras: Alcantara y detalles en rojo
El habitáculo se enfoca en el conductor. Los asientos deportivos están tapizados en Alcantara y presentan costuras de contraste en rojo. Este ambiente eleva la calidad percibida y el feeling deportivo.

El control en tus manos: volante y pedales GSE
El ADN deportivo se vive al volante. El Mokka GSE incluye un volante deportivo específico y pedales GSE que complementan la experiencia de conducción y el diseño interior.

Doble pantalla: el minimalismo del Pure Panel
La tecnología se presenta de forma intuitiva. El sistema Pure Panel combina dos pantallas de 10 pulgadas en un entorno minimalista y sin excesos. Este cockpit digital simplifica la información.

El Mokka que integra ChatGPT
Una de las grandes novedades es la integración de ChatGPT como asistente conversacional. El vehículo, activado con el comando “Hey Opel”, es capaz de sugerir rutas, ofrecer información contextual o responder preguntas sobre el viaje.

Conectividad total: adiós a los cables
El ecosistema digital es moderno y completo. Incluye conectividad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto. Además, cuenta con actualizaciones remotas y una cámara de visión trasera en alta definición.

Conducción segura y asistida: asistentes de alto nivel
El conjunto de ayudas a la conducción (ADAS) es de primer nivel. Incluye control de crucero adaptativo, mantenimiento activo de carril, frenado automático de emergencia y reconocimiento de señales. Todo para garantizar que el rendimiento no esté reñido con la seguridad.
