España, tierra de dinosaurios: los yacimientos más emblemáticos del país

Con cientos de yacimientos y especies únicas, España es hoy un referente mundial en investigación y patrimonio paleontológico.
Sobre estas líneas, podemos ver el fósil del esqueleto original articulado (en primer plano) y la reconstrucción escultórica (al fondo) de Concavenator. Pertenecen a la exposición Cazadores de dragones en el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid.
Sobre estas líneas, podemos ver el fósil del esqueleto original articulado (en primer plano) y la reconstrucción escultórica (al fondo) de Concavenator. Pertenecen a la exposición Cazadores de dragones en el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid. Fuente: Eduardo Espílez Linares.

España es «tierra de dinosaurios»! En los últimos 40 años los dinosaurios españoles se han situado como un referente europeo dentro del panorama dinosauriológico mundial. La abundancia, la variedad de especies, la distribución geográfica y el amplio intervalo geológico temporal (que abarca unos 90 millones de años) han posicionado a nuestro país como uno de los lugares más interesantes para su estudio. Muchas provincias españolas presentan importantes yacimientos y enumerar a todas ellas, así como los lugares con fósiles de relevancia, sería una ardua tarea. Además, con cierta periodicidad se descubren nuevos yacimientos y nuevos dinosaurios. Por eso, a continuación, se esbozan unas pequeñas pinceladas sobre algunos municipios y yacimientos emblemáticos y representativos de determinadas zonas de España, como Teruel, Cuenca y La Rioja, que destacan por su importancia científica, patrimonial y/o geoturística.

Teruel, el principio de los dinosaurios únicos

La provincia de Teruel es una de las áreas europeas más ricas en fósiles de dinosaurios y ocupa un lugar privilegiado para su estudio. Extensas zonas de su territorio están constituidas por rocas de edades y composiciones muy variadas, en donde abundan sus fósiles (huesos, dientes, huellas, huevos, coprolitos, etc.). Esta riqueza paleontológica permite reconstruir con precisión algunos de los ecosistemas terrestres que habitaron estos animales y aportar notables avances científicos en la compleja historia evolutiva de los dinosaurios. En cuanto a los yacimientos de este tipo descubiertos en la provincia aragonensa destacan los localizados en las proximidades de las poblaciones de Riodeva, Galve, El Castellar y Ariño.

Riodeva es un pequeño municipio del sur de la provincia, que alberga en su territorio una concentración inusualmente alta de yacimientos con dinosaurios del final del Jurásico. En el año 2002 la Fundación Dinópolis comenzó las investigaciones paleontológicas en profundidad en esta zona y las primeras excavaciones de relevancia se llevaron a cabo en 2003, en concreto en el yacimiento Barrihonda- El Humero. En este lugar se excavaron los fósiles de un colosal dinosaurio «bautizado» como Turiasaurus riodevensis. «El lagarto de Teruel» es el mayor saurópodo descrito en Europa hasta el momento y pudo alcanzar los 30 metros de longitud y las 40 toneladas de peso.

El estudio de Turiasaurus también permitió la definición de un nuevo grupo de dinosaurios saurópodos: los turiasaurios. Hoy en día, este grupo engloba a otros saurópodos que están presentes en diversos países y continentes (Europa, América del Norte y del Sur y África). También en Riodeva se encontró un segundo turiasaurio gigante denominado Losillasaurus. Además, del Jurásico de este municipio proceden los fósiles de otro tipo de saurópodos, parientes del famoso Diplodocus. Estos gigantes compartían hábitat junto a otros dinosaurios de menor talla, como el estegosaurio Dacentrurus y el ornitópodo Oblitosaurus. Por lo tanto, el descubrimiento de Turiasaurus fue el «pistoletazo de salida» de las excavaciones en Riodeva y, tras más de 20 años de investigaciones, todo parece indicar que aún quedan muchos fósiles de dinosaurios por descubrir en esta zona.

Vista general del yacimiento San Cristóbal en El Castellar (Teruel, España). Es el primer lugar de España que muestra a los turistas los huesos originales de un dinosaurio in situ.
Vista general del yacimiento San Cristóbal en El Castellar (Teruel, España). Es el primer lugar de España que muestra a los turistas los huesos originales de un dinosaurio in situ. Fuente: Sergio Sánchez Fenollosa.

Galve es una de las localidades españolas históricamente más importantes en el estudio de los dinosaurios de nuestro país, siendo uno de los lugares de referencia desde comienzos de la segunda mitad del siglo xx. De esta localidad proceden los fósiles del primer nuevo dinosaurio descrito en España (1987): el saurópodo Aragosaurus. El amplio registro de fósiles mesozoicos presentes en esta zona, que abarca unos 25 millones de años del intervalo Jurásico Superior-Cretácico Inferior, ha permitido describir más de 35 nuevos tipos de animales, entre los que se encuentran dinosaurios, cocodrilos, anfibios y mamíferos, entre otros (con registros tanto de restos óseos como de huellas). Sin embargo, y a pesar de ser un lugar de intensas investigaciones a lo largo del tiempo, esta zona no da señales de «agotamiento» en cuanto a nuevos hallazgos. Así lo demuestra el último dinosaurio descrito en el año 2015 con fósiles de Galve, que consiste en una nueva especie del popular género Iguanodon, denominada I. galvensis como reconocimiento al municipio.

El término municipal de El Castellar presenta más de 80 yacimientos inventariados con fósiles de dinosaurios. Su diversidad faunística es extraordinaria y permite profundizar en el conocimiento de los dinosaurios que vivieron en esta parte de la península ibérica desde el Jurásico Superior hasta el Cretácico Inferior. Una parte importante de este patrimonio paleontológico está relacionado con las huellas fosilizadas de dinosaurios, de las que se han descrito dos nuevos tipos: Iberosauripus y Deltapodus (cuyos productores fueron dinosaurios megalosaúridos y estegosaúridos, respectivamente). También es importante el registro de huesos y dientes correspondientes a los dinosaurios que produjeron algunas de las icnitas.

Este hecho hace que El Castellar sea un lugar privilegiado para el estudio de los dinosaurios desde distintos puntos de vista, creándose una perfecta simbiosis entre las investigaciones paleontológicas y su utilización como factor de desarrollo territorial en una zona escasamente poblada (El Castellar tiene unos 60 habitantes de manera permanente). Prueba de ello, son las diferentes iniciativas llevadas a cabo en el municipio para conservar y divulgar este excepcional patrimonio. Entre ellas destaca el «Dinopaseo por El Castellar», una ruta con 13 paradas por las calles y el entorno próximo de la población con reconstrucciones y réplicas representativas de fósiles allí descubiertos. También se cuenta con la «Ruta del Dinosaurio», un recorrido que da a conocer tres yacimientos con fósiles originales de dinosaurios: los yacimientos El Castellar y Camino El Berzal (con huellas atribuidas a estegosaúridos, grandes saurópodos y a terópodos) y el yacimiento San Cristóbal (con fósiles originales del estegosáurido Dacentrurus). Este último es el único yacimiento visitable en España con huesos originales de un dinosaurio.

El municipio de Ariño es una auténtica «mina» de dinosaurios del Cretácico Inferior. Desde el siglo xviii y hasta épocas recientes, una de las principales actividades económicas de Ariño y de otras partes de la provincia de Teruel fue la extracción de carbón de la variedad lignito. Sin embargo, nadie podía esperar que, ligado a esta actividad minera, se descubriera en 2010 en la mina a cielo abierto Santa María el yacimiento de dinosaurios de hace unos 110 millones de años (Cretácico Inferior) más importante de Europa. Gracias a las excavaciones paleontológicas llevadas a cabo desde entonces se han cartografiado 165 concentraciones de vertebrados y se han recuperado más de 11 000 fósiles.

Esta enorme cantidad de restos ha permitido definir nuevos géneros y especies de cocodrilos (Hulkepholis y Anteophthalmosuchus), tortugas (Aragochersis y Toremys) y dinosaurios (Proa y Europelta). Proa es un iguanodontio que presenta un pico córneo en su mandíbula inferior cuya forma característica, similar a la proa de un barco, da nombre al género. Por otra parte, Europelta es un dinosaurio acorazado del grupo de los nodosáurios, el más antiguo y completo de Europa, que tenía gran parte del cuerpo cubierto de placas óseas que le permitían defenderse frente a los carnívoros. El yacimiento de Ariño también presenta otros tipos de fósiles como por ejemplo el ámbar (resina fosilizada producida por árboles), que en ocasiones contiene insectos, arañas, pelos de mamíferos y plumas de dinosaurios. Este hecho hace aún más importante a este yacimiento, ya que encontrar ámbar con bioinclusiones asociadas a restos óseos de dinosaurios es excepcionalmente extraño (solo se ha registrado en otros tres yacimientos en todo el mundo).

Esqueleto del dinosaurio acorazado Europelta carbonensis de Ariño. El montaje, realizado con fósiles originales, está expuesto en el Museo Aragonés de Paleontología en Dinópolis-Teruel.
Esqueleto del dinosaurio acorazado Europelta carbonensis de Ariño. El montaje, realizado con fósiles originales, está expuesto en el Museo Aragonés de Paleontología en Dinópolis-Teruel. Fuente: Luis Miguel Sender Palomar.

Cuenca: dinosaurios excepcionales

Cuenca es otra de las regiones españolas más prolíficas en fósiles de dinosaurios. Los hallazgos, que se restringen principalmente al Cretácico, son muy numerosos y destacan, por su singularidad, el yacimiento de conservación excepcional Las Hoyas y el yacimiento Lo Hueco.

Las Hoyas, situado en el municipio de La Cierva, es un claro ejemplo de yacimiento con fósiles de conservación excepcional. Hace unos 126 millones de años esta zona de Cuenca era un exuberante humedal subtropical con multitud de charcas y lagos interconectados entre sí. Las condiciones reinantes favorecieron la preservación y fosilización de la mayoría de los seres vivos que allí habitaban, permitiendo que hoy en día podamos interpretar y estudiar un ecosistema continental cretácico prácticamente completo. Las calizas finamente laminadas que constituyen el yacimiento, presentan en su interior fósiles de organismos perfectamente articulados. En ellos se puede apreciar, con todo lujo de detalles, hasta las partes más delicadas de sus cuerpos, como la piel, los órganos internos y, en ocasiones, hasta el contenido del sistema digestivo.

En el yacimiento están representados más de 200 especies de diferentes seres vivos. Muchas de las especies de Las Hoyas son relevantes para comprender la historia evolutiva de los propios grupos a los que pertenecen. Tal es el caso de las aves primitivas, representadas por tres nuevos géneros: Iberomesornis, Concornis y Eoalulavis. Uno de los descubrimientos más importantes del yacimiento es Concavenator corcovatus (El «Cazador Jorobado» de Cuenca) que, con unos 6 metros de longitud, constituye el fósil de dinosaurio terópodo de tamaño mediano-grande más completo y mejor conservado de Europa. Otro dinosaurio propio de este yacimiento es Pelecanimimus, el primer dinosaurio terópodo del grupo de los ornitomimosaurios encontrado en Europa. Los tejidos blandos conservados en este fósil permitieron describir en este pequeño dinosaurio rasgos anatómicos muy delicados, como una bolsa situada en la garganta (similar a la que presentan los pelícanos) y una cresta blanda en la parte posterior de la cabeza.

El yacimiento Lo Hueco, en el municipio de Fuentes, fue encontrado en el año 2007 durante las obras del trazado del AVE entre Madrid y Valencia. Las excavaciones realizadas dieron como resultado la recuperación de decenas de miles de fósiles correspondientes a numerosos organismos, sobre todo vertebrados, que se desarrollaron en un ecosistema fluvial del Cretácico Superior, hace unos 72 millones de años. La diversidad faunística, la conservación de los restos y su edad geológica lo convierten en el yacimiento más importante de Europa en este intervalo temporal. La variedad de dinosaurios en Lo Hueco es extraordinaria e incluye grandes dinosaurios saurópodos del grupo de los titanosaurios, terópodos, ornitópodos y, también, dinosaurios acorazados anquilosaurios. Los saurópodos destacan por su abundancia y porque sus esqueletos están parcialmente articulados. De este modo, en el año 2016, fue descrito el primer nuevo dinosaurio del yacimiento, Lohuecotitan, un titanosaurio que pudo alcanzar los 20 m de longitud y las 25 toneladas de peso. En definitiva, los nuevos datos del yacimiento Lo Hueco están incrementando exponencialmente el conocimiento sobre la historia evolutiva de los dinosaurios que vivieron en el Cretácico Superior de la península ibérica.

Panorámica del yacimiento Mina Santa María en Ariño (Teruel, España) y excavación de un esqueleto del dinosaurio ornitópodo Proa valdearinnoensis en el mismo yacimiento.
Panorámica del yacimiento Mina Santa María en Ariño (Teruel, España) y excavación de un esqueleto del dinosaurio ornitópodo Proa valdearinnoensis en el mismo yacimiento. Fuente: Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.

La Rioja: un territorio que deja huella

La Rioja cuenta con un rico y extenso patrimonio paleontológico. Especialmente remarcables son los yacimientos con huellas de dinosaurios del Cretácico Inferior. Estos proporcionan una valiosa fuente de información que nos ayuda a comprender cómo era el modo de vida de los dinosaurios que habitaban esta zona del planeta en aquella época. Los primeros estudios específicos en icnitas de dinosaurios de La Rioja se remontan a comienzos de la década de los años 70 del siglo pasado y, desde entonces, no ha dejado de incrementarse el conocimiento científico sobre ellas. Hoy en día, la abundancia y la extensión de los yacimientos permiten conocer las huellas de los diferentes grupos de dinosaurios, principalmente terópodos, ornitópodos y saurópodos, pero también de otros grupos que coexistieron con ellos, como cocodrilos, tortugas y pterosaurios. Algunos autores estiman en más de 25 000 las huellas encontradas hasta el momento, repartidas en, al menos, 150 localizaciones de la zona.

Así, los yacimientos de icnitas riojanos suponen una importante fuente de atracción de turismo y de potenciación del desarrollo territorial, ya que algunos de ellos están acondicionados para su visita. También se han producido descubrimientos importantes de huesos de dinosaurios, lo que ha permitido describir recientemente el primer nuevo dinosaurio de La Rioja, denominado Riojavenatrix. Sus fósiles proceden de Igea y se estima que este carnívoro tendría unos 7 metros de longitud.

En definitiva, el interés científico y divulgativo de los dinosaurios españoles crece día a día, por lo que son la excusa perfecta para viajar y disfrutar del espléndido patrimonio paleontológico de nuestro maravilloso país.

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