El descubrimiento de una ciudad fortificada de unos 2300 años de antigüedad en la región de Kashkadarya, Uzbekistán, constituye uno de los avances arqueológicos más significativos de los últimos años en Asia Central. La investigación arqueológica en el promontorio de Baburtepa ha sacado a la luz estructuras defensivas, espacios residenciales y talleres artesanales que pertenecieron a una urbe activa desde el siglo III a. C. hasta el siglo III d. C. La magnitud del enclave sugiere que fue un centro estratégico vinculado a redes políticas, económicas y culturales de gran alcance.
Baburtepa: una elevación que ocultaba una fortaleza antigua
El asentamiento de Baburtepa, una elevación de entre ocho y diez metros situada cerca del pueblo de Pasttol, en el distrito de Qamashi, tiene más de seis hectáreas de extensión organizadas en planta rectangular. Baburtepa dominaba las rutas de paso históricas, especialmente un antiguo camino que conectaba distintos puntos clave del tránsito caravanero. La peculiar morfología del terreno permitió a los habitantes integrar funciones defensivas y urbanas, combinando visibilidad, protección y acceso directo a los corredores comerciales.
Las primeras campañas de excavación en el yacimiento, que iniciaron en 2023, ya habían permitido identificar muros aún sólidos, accesos fortificados y restos de salas vinculadas a actividades administrativas o militares. El hallazgo de espacios de guardia, corredores y estancias de servicio, por tanto, sugieren una planificación arquitectónica propia de un asentamiento con una autoridad política consolidada en la zona.

Arquitectura, vida urbana y artesanía en una ciudad milenaria
Además de funcionar como un enclave de defensa, los hallazgos en la ciudad fortificada apuntan a que la urbe fue un centro de intensa actividad. Entre los elementos más significativos identificados por los arqueólogos, se encuentran talleres de alfarería, hornos, fragmentos de cerámica fina, recipientes de almacenamiento y espacios destinados al trabajo de la piedra. La variedad técnica de los objetos hallados, por tanto, demuestra que un tejido artesanal altamente especializado sostuvo la economía de la ciudad.
En el área central del asentamiento, destaca la presencia de un edificio monumental. Se trata de una gran sala, asociada posiblemente a funciones ceremoniales, administrativas o cultuales, a la que acompañan habitaciones secundarias. En las paredes de este espacio de grandes dimensiones, se conservan restos de pinturas, una evidencia excepcional para reconstruir aspectos como la estética artística y los valores simbólicos de la época.
La presencia de figurillas y cerámicas que corresponden a tradiciones artísticas vinculadas tanto a la esfera seléucida como a la tradición kushán indica que la ciudad informaba parte de un paisaje político y cultural dinámico. Este cruce de influencias transforma el yacimiento en un laboratorio arqueológico doonde estudiar la interacción entre los poderes asiáticos y las comunidades locales.

Kashkadarya: un oasis donde nació una de las culturas urbanas más antiguas de Asia Central
El marco geográfico e histórico del oasis de Kashkadarya resulta decisivo para comprender la importancia del descubrimiento. Esta extensa llanura irrigada, situada en el sur de Uzbekistán, se desarrolló durante siglos como un espacio de etnocomunicación, donde convivían comunidades agrícolas asentadas con grupos seminómadas dedicados a la ganadería.
El oasis destaca por su enorme densidad de yacimientos arqueológicos. Se han documentado más de un millar de monumentos, entre ellos mausoleos, fortalezas, santuarios, ciudades medievales y lugares de peregrinación que conservan un patrimonio espiritual singular. La región se convirtió en un punto de encuentro donde confluyeron tradiciones religiosas, arquitectónicas y sociales que crearon una identidad cultural profundamente compleja.
Este paisaje histórico muestra, así, un territorio con una memoria multiforme: centros urbanos vinculados al islam clásico, lugares sagrados que aún atraen un flujo constante de peregrinos, construcciones monumentales de las dinastías medievales y huellas de comunidades antiguas cuyos sistemas de organización aún se investigan. En este contexto, la ciudad fortificada de Baburtepa aporta una pieza esencial para reconstruir la evolución de la región desde la antigüedad hasta nuestros días.

Una región donde lo sagrado, lo político y lo cultural se entrelazan
El oasis de Kashkadarya, además de ser un espacio agrícola fértil, también se convirtió en un núcleo espiritual de primer orden. Desde la Edad Media, numerosos santuarios, mausoleos y complejos conmemorativos han configurado un paisaje religioso de excepcional riqueza. La zona alberga grandes lugares de peregrinación asociados a eruditos, místicos y figuras del islam cuya memoria permanece viva hasta la actualidad.
La combinación de esta tradición espiritual con la evidencia arqueológica más antigua crea un relato histórico que abarca más de dos milenios. La ciudad fortificada recién descubierta se integra así en una cadena de continuidad cultural, que permite entender cómo se articularon la devoción, el poder y el comercio en un territorio marcado por la movilidad y la interacción de sus gentes.

El impacto del descubrimiento: nuevas preguntas para la arqueología de Asia Central
El hallazgo de Baburtepa abre múltiples líneas de investigación. La extensión del asentamiento y el buen estado de sus estructuras permitirán estudiar el urbanismo, los sistemas de defensa, la organización económica y las relaciones interregionales. A estas perspectivas, se suman preguntas sobre la vida cotidiana, los cultos locales, la jerarquía social o la cronología exacta de las ocupaciones. Asimismo, las campañas en curso permitirán comparar Baburtepa con otras ciudades antiguas identificadas recientemente en el oasis.
Un hallazgo que transforma la historia antigua del sur de Uzbekistán
La identificación de una nueva ciudad fortificada uzbeka de 2300 años constituye un hito para la historia del sur del país. El descubrimiento confirma que Kashkadarya fue uno de los grandes nodos del urbanismo y la religiosidad de Asia Central, un espacio clave para comprender cómo se modelaron las identidades culturales de la región. A medida que avancen las excavaciones, es probable que la ciudad aporte claves fundamentales para reconstruir el mosaico histórico de Asia Central.
Referencias
- Barotov, Ilmas. 2025. "Remains of an ancient fortress-city discovered in Kashkadarya". UzA. URL: https://uza.uz/en/posts/remains-of-an-ancient-fortress-city-discovered-in-kashkadarya_776732
- Rakhmonov, F. S. 2023. "Ethnographic Description of Sacred and Pilgrimage Place of Kashkadarya Oasis". International Journal of Studies in Advanced Education, 2.7. URL: https://scholarsdigest.org/index.php/ijsae/article/view/340