El hallazgo que desafía la cronología del arte prehistórico: una figurilla hallada en Azerbaiyán aporta nuevas claves sobre el origen del pensamiento simbólico

Una figurilla hallada en la cueva de Damjili aporta nuevas perspectivas sobre la transición cultural entre el Mesolítico y el Neolítico en el Cáucaso.
Figurilla incisa del Mesolítico
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Figurilla de Damjili. Fuente: Nishiaki et al. 2025 - Representación antropomorfa

Un hallazgo arqueológico procedente del Cáucaso meridional ha obligado a los especialistas a replantearse los orígenes del arte simbólico en Eurasia. En la cueva de Damjili, Azerbaiyán, un equipo de investigadores japoneses y azerbaiyanos ha descubierto una figurilla humana de piedra que, datada en torno al 6400–6100 a. C., constituye la primera representación antropomorfa del Mesolítico del Cáucaso sur. La singular pieza permite explorar las concepciones simbólicas de las comunidades que vivieron en la encrucijada entre la vida cazadora-recolectora y la economía agrícola. Este descubrimiento aporta nuevas pruebas que parecen confirmar que la transición entre el Mesolítico y el Neolítico en el Cáucaso no fue una ruptura total, sino un proceso complejo en el que se mantuvieron elementos de continuidad cultural.

La cueva de Damjili: un archivo de transiciones

La cueva de Damjili se ubica a unos 650 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente norte de los montes del Cáucaso Menor y junto al curso medio del río Kura. El yacimiento se excavó por primera vez en la década de 1950 y, posteriormente, entre 2016 y 2023, una misión conjunta de Azerbaiyán y Japón retomó el estudio. Durante las últimas campañas, el sitio reveló una secuencia estratigráfica continua desde el Mesolítico hasta la Edad Media, algo sin precedentes en la región.

En esta secuencia, los estratos mesolíticos, fechados entre 6500 y 6000 a. C., preceden a los niveles neolíticos (6000–5300 a. C.) y calcolíticos (4500–3700 a. C.). La figurilla apareció en el nivel 5.2, dentro de un conjunto de hogares, estructuras de piedra irregulares y suelos marrones compactos que se han interpretado como los restos de antiguos campamentos. Este horizonte cronológico, fechado entre 6400 y 6100 a. C. por siete dataciones de radiocarbono, representa el último episodio mesolítico inmediatamente anterior a la adopción de los cultivos y la domesticación del ganado en el valle medio del Kura.

figurilla de Damjili
La figurilla de Damjili. Fuente: Nishiaki et al. 2025

Forma, técnica y simbolismo de la figurilla de Damjili

La escultura mide 51 milímetros de largo, 15 de ancho y apenas 9,5 de grosor. Está hecha de arenisca dura: es probable que se trate de un canto rodado procedente de los cauces fluviales cercanos. La pieza presenta una forma alargada, con secciones ovaladas, sin rasgos faciales ni genitales, pero con marcas finas incisas que revelan una intención figurativa.

En la parte superior, una serie de líneas verticales cortas, delimitadas por trazos horizontales, parece representar un peinado con flequillo o una banda en la cabeza. Tres líneas horizontales, posicionadas más abajo, marcan una suerte de “cinturón” de 1,3 milímetros de ancho. De él penden otras líneas verticales que se han interpretado como un taparrabos o faldellín, un elemento inédito en las representaciones neolíticas posteriores del Cáucaso.

cueva de Damjili
Emplazamiento de la cueva de Damjili y de otros yacimientos relacionados. Fuente: nishiaki et al. 2025

Técnicas de análisis

Los investigadores del Museo universitario de Tokio y de la Academia de las ciencias de Azerbaiyán emplearon diversas técnicas para analizar la pieza. Las tomografías computarizadas de rayos X (CT) revelaron variaciones en la profundidad y el grosor de las incisiones, lo que apunta a la probable utilización de distintas herramientas líticas.

Los análisis de fluorescencia de rayos X (p-XRF), por su parte, detectaron concentraciones anómalas de hierro en las zonas rojizas de la pieza, aunque sin pruebas concluyentes de que se hubieran aplicado pigmentos. Del mismo modo, la microscopía electrónica de barrido (SEM) no identificó restos visibles de colorantes ni trazas de adhesivos. Aun así, el tono rojizo natural de la piedra y la presencia de fragmentos de pigmento en el mismo nivel arqueológico sugieren que el color pudo tener un valor ritual o simbólico.

Figurilla de Damjili
Imágenes por tomografía computarizada. Fuente: Nishiaki et al. 2025

Entre el Mesolítico y el Neolítico: una frontera simbólica

La figurilla de Damjili constituye el primer testimonio directo de arte mesolítico en el interior del Cáucaso Sur, en contraste con los conocidos relieves y petroglifos de la zona costera de Gobustán, a 350 km al este. Aquellas figuras, talladas sobre placas planas de piedra, representan formas femeninas esquemáticas —a menudo llamadas “venus”—, pero, según los investigadores, además de carecer de dataciones radiocarbónicas fiables, responden a una tradición gráfica distinta. Damjili, por tanto, revela la coexistencia de dos tradiciones artísticas mesolíticas diferenciadas: una, litoral y rupestre, en Gobustán; otra, interior y centrada en la producción de arte portátil, en el valle del Kura.

A diferencia de las figuras femeninas de arcilla del Neolítico caucásico, abundantes en asentamientos como Göytepe, Khramis Didi Gora o Chalagantepe, la escultura de Damjili carece de rasgos sexuales, se representa de pie y se centra en el detalle del peinado y el atuendo. Los autores subrayan que esta diferencia derivaría de una ruptura ideológica entre las concepciones simbólicas del Mesolítico y aquellas del Neolítico.

El contraste estilístico también coincide con un proceso cultural documentado en la región, esto es, la introducción gradual de elementos neolíticos desde el suroeste de Asia. Mientras la domesticación de animales y plantas llegó cpm rapidez hacia 6000 a. C., las transformaciones simbólicas y rituales se produjeron de forma más lenta y fragmentaria.

Damjili y Tell Kosak Shamali
Análisis SEM de los ejemplares de Damjili y Tell Kosak Shamali. Fuente: Nishiaki et al. 2025

Implicaciones para la historia del arte prehistórico

El hallazgo de Damjili, además de ampliar el inventario de objetos figurativos del Cáucaso, obliga a reconsiderar la cronología del arte antropomorfo en Eurasia occidental. Hasta ahora, las representaciones humanas más antiguas conocidas en la región se atribuían al Neolítico, en las que se reconocían influencias de Anatolia y Mesopotamia. Sin embargo, según este estudio, la figurilla de Damjili demuestra que ya existían expresiones simbólicas autóctonas antes de la llegada de esas tradiciones foráneas.

Además, su manufactura en piedra, que contrasta con el uso habitual de arcilla en el Neolítico, refuerza la hipótesis de que la producción de arte portátil en el Mesolítico caucásico fue independiente de los modelos agrícolas del suroeste asiático. La ausencia de otras figurillas similares sugiere que pudieron existir más ejemplos, pero que sus grabados, extremadamente finos y apenas visibles a simple vista, han podido pasar inadvertidos en excavaciones anteriores. El estudio firmado por Nishiaki y su equipo, por tanto, abre una nueva línea de investigación sobre los orígenes de la representación humana en la región.

Referencias

  • Nishiaki, Y., U. Safarova, F. Ikeyama, W. Satake, W. y Y. Mammadov. 2025. "Human figurines in the Mesolithic-Neolithic transition of the South Caucasus: New evidence from the Damjili cave, Azerbaijan". Archaeological Research in Asia, 42: 100611. URL: https://doi.org/10.1016/j.ara.2025.100611

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