Un estudio petrográfico de las termas romanas de Caracalla en Ankyra descubre de dónde procedían las piedras con las que se construyeron

Una investigación reciente sobre los baños romanos de Caracalla en Ankyra ha revelado dónde se ubican las canteras que proporcionaron los materiales para su construcción.
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Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Termas de Caracalla en Ankyra. Fuente: Diego Delso/Wikimedia - Complejo termal

Construidos entre 212 y 217 d.C., los baños romanos de Caracalla en Ankyra son uno de los referentes arqueológicos para comprender la vida cotidiana, la ingeniería y el urbanismo de la antigua capital de Galacia. Sin embargo, una de las cuestiones que permanecía sin resolver concernía el origen de las piedras empleadas en su construcción. A pesar de las numerosas intervenciones arqueológicas realizadas en la estructura desde 1931, ningún estudio había abordado de manera sistemática la caracterización de los materiales pétreos del complejo.

Un reciente análisis petrográfico, mineralógico y geoquímico publicado en Turkish Journal of Earth Sciences ha permitido identificar no solo las litologías presentes en los muros y pavimentos de las termas, sino también las canteras de las que procedían. Esta investigación representa un avance decisivo para comprender la logística constructiva, el abastecimiento de materiales y las prácticas edilicias de la Ankancytayra romana.

Termas de Ankyra
Baños romanos de Ankara. Fuente: Diego Delso/Wikimedia

Los baños de Caracalla de Ankyra: un gigante arquitectónico

Aunque hoy solo se conserven los restos de la cimentación, el baño romano de Ankara, la antigua Ankyra, fue un complejo monumental que incluía un frigidarium, un tepidarium, un caldarium, una piscina y una amplia palaestra. Las excavaciones clásicas de Dolunay y Akok ya revelaron un diseño ambicioso impulsado probablemente por el notable Tiberius Julius Justus Junianus, cuyo nombre aparece en inscripciones halladas por toda la ciudad.

El edificio permaneció en ruinas durante siglos. En 1926, perdió gran parte de sus alzados cuando se dinamitaron algunos de sus muros para obtener espacio donde construir unas oficinas gubernamentales. Desde 1997, el espacio funciona como museo al aire libre. En un intento por proteger el edificio, en 2022 se emprendieron una serie de trabajos de restauración que requerían información precisa sobre los materiales originales. Esa necesidad metodológica impulsó un nuevo estudio petrográfico, que recopiló 13 muestras líticas y 3 muestras de teselas.

Termas de Caracalla en Ankyra
Termas de Caracalla en Ankyra. Fuente: Ingeborg/Simon Wikimedia

Un muestreo estratégico: seguir el rastro mineral de Ankyra

Para llevar a cabo su estudio, el equipo de investigación recogió muestras en distintas áreas térmicas del edificio (frigidarium, tepidarium y caldarium), además de los materiales del alzado superior y de las teselas del pavimento de la piscina. Con ello, se buscaba reconstruir la tipología completa de las piedras presentes en el conjunto y contrastarlas con las formaciones geológicas de la región de Ankara.

Se aplicaron tres técnicas principales: la microscopía petrográfica de lámina delgada, los análisis geoquímicos mediante XRF y los ensayos de dureza Schmidt. Cada una de ellas aportó datos indispensables para determinar la procedencia de cada piedra. Así, los rasgos texturales permitieron identificar la roca; los componentes químicos, asociarla a formaciones concretas; y la dureza, evaluar su uso arquitectónico original.

Termas de Ankyra
Sección de las termas. Fuente: Diego Delso/Wikimedia

Cinco tipos de piedra para un único baño monumental

Las trece muestras analizadas permitieron clasificar las piedras en cinco grupos litológicos principales. La andesita es el material más abundante del complejo. Presenta texturas hialopilíticas y mineralogías dominadas por la plagioclasa, la andesina, la biotita y los anfíboles, con opacidades y alteraciones arcillosas. Las andesitas se relacionan directamente con las formaciones volcánicas de las áreas de Hüseyingazi-Kale y Yenidoğan, una fuente local muy utilizada en la arquitectura de Ankara desde la época romana.

En lo que respecta a las piedras calizas (biosparítica, dolomítica y metalimestona), se caracterizan por la presencia de abundantes fósiles, microfracturas y recristalizaciones. Estos rasgos muestran un claro vínculo con las unidades sedimentarias de la región de Haymana, al sur de Ankara. Los expertos también identificaron arenisca detrítica y con matriz carbonatada que contiene cuarzo, plagioclasa, biotita, clorita y epidoto. Su origen se asocia a las formaciones del entorno de los pueblos de Memluk y Yuva, característicos del cinturón sedimentario de Ankara.

El único mármol identificado en el conjunto proviene tipológicamente del célebre yacimiento antiguo de Afyon-İscehisar, una cantera explotada desde la época romana y muy apreciada por su calidad. En lo que respecta a la toba volcánica, la muestra ARB-S12 mostró la composición típica de las tobas altamente alteradas, también atribuibles a los depósitos de Memluk–Yuva.

En conjunto, el equipo investigador ha sido concluyente. Las piedras de las termas de Caracalla reflejan la compleja y diversa geología del territorio. Así, se extrajeron íntegramente de las regiones próximas a Ankara, sin recurrir a importaciones lejanas.

Termas de Caracalla
Termas de Ankyra. Fuente: Carole Raddato/Wikimedia

Las teselas del mosaico: un hallazgo inesperado

Además de los bloques usados en la construcción, el estudio analizó tres teselas pétreas de la piscina. El análisis de las láminas reveló que se habían elaborado con radiolarita, una roca silícea de origen oceánico compuesta por fósiles de radiolarios. Su procedencia también se identificó con precisión: la formación de Irmak, en Elmadağ, una localidad cercana a Ankara. El mortero que las acompañaba contenía una combinación característica de carbonatos, polvo de mármol, fragmentos cerámicos y agregados diversos, lo que confirma la técnica romana habitual de mosaico.

Geoquímica y origen: la firma química de las canteras

Los análisis XRF permitieron afinar aún más la procedencia de los materiales. Las andesitas mostraron porcentajes muy homogéneos de SiO₂ y Al₂O₃, compatibles con las unidades volcánicas de Hüseyingazi y Yenidoğan. Las calizas, por su parte, presentaron valores elevados de CaO y pérdidas por calcinación (LOI) superiores al 37 %, un rasgo característico de las calizas de Haymana.

La combinación de texturas microscópicas, mineralogía y química terminó de aclarar la cuestión. Cada grupo lítico de los presentes en los baños de Caracalla puede asociarse con una formación geológica concreta en el entorno de Ankara. Esto confirma que la construcción del baño fue posible gracias a una logística de aprovisionamiento regional bien organizada.

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Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Un baño romano construido con materiales locales

Tras el análisis integral de las 16 muestras, el resultado general del estudio es claro. La totalidad de los materiales pétreos de las termas romanas de Caracalla procedía de canteras locales situadas en un radio relativamente reducido de la urbe de Ankyra. La logística constructiva del siglo III d. C. aprovechó plenamente la diversidad geológica regional, desde las andesitas volcánicas hasta el mármol de Afyon.

Además de iluminar las prácticas edilicias romanas en el territorio de Galacia, este estudio también proporciona una base científica para futuras intervenciones de conservación en el yacimiento. Conocer el origen exacto de cada piedra permitirá seleccionar materiales compatibles y garantizar la estabilidad y autenticidad de uno de los monumentos romanos más emblemáticos de Ankara.

Referencias

  • Tanrıverdi, Z., A. A. Akyol y Y. K. Kadıoğlu. 2025. "Characterization of stone materials from the Roman Caracalla Bath in Ancyra". Turkish Journal of Earth Sciences, 34(2): 211–228. DOI: 10.55730/1300-0985.1955

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