Un dinosaurio de cuello descomunal reescribe la historia del Jurásico en Asia

Un nuevo saurópodo descubierto en Chongqing ofrece claves para entender por qué Asia tuvo dinosaurios tan distintos al resto del mundo.
Un dinosaurio de cuello descomunal reescribe la historia del Jurásico en Asia
Un dinosaurio de cuello descomunal reescribe la historia del Jurásico en Asia. Representación. Fuente: Sora / Edgary Rodríguez R.

La presentación de un nuevo dinosaurio nunca pasa desapercibida, pero este hallazgo ofrece algo más que un nombre añadido a la lista. El descubrimiento de Mamenchisaurus sanjiangensis, descrito a partir de un esqueleto parcial encontrado en el suroeste de China, ayuda a entender por qué los saurópodos asiáticos siguieron un camino evolutivo distinto al del resto del planeta.

El nuevo estudio muestra que estos animales combinaban rasgos propios de su linaje con otros típicos de grupos rivales, una mezcla que pudo favorecer su dominio regional durante el Jurásico. La investigación, publicada en Scientific Reports, abre una ventana a un ecosistema donde la competencia por alimentación y territorio moldeaba silenciosamente la evolución de los seres más grandes que caminaron sobre la Tierra.

Un gigante que llega desde el pasado

El nuevo saurópodo procede de la región de Hechuan, en Chongqing, un área conocida por su abundancia de fósiles jurásicos. Allí apareció un esqueleto parcial pero articulado, formado por vértebras del cuello, el dorso y la cola, además de parte de la pelvis y una extremidad posterior.

La especie vivió hace unos 160 millones de años, en el inicio del Oxfordiense, un periodo en el que Asia ya mostraba una fauna de saurópodos muy diferente a la del resto del mundo. Aunque no se preservó el cráneo, la columna vertebral aportó la información necesaria para identificar rasgos nunca vistos en otros mamenquisaúridos.

Distribución global de los principales linajes de saurópodos del Jurásico Superior según los registros fósiles disponibles.

Créditos: Scientific Reports.
Distribución global de los principales linajes de saurópodos del Jurásico Superior según los registros fósiles disponibles. Créditos: Scientific Reports.

Los autores del estudio destacan que el animal presentaba espinas neurales bífidas —una especie de “doble columna” en algunas vértebras— y un entramado de láminas y fosas óseas poco común en el grupo. Estas estructuras adicionales actuaban como puntos de refuerzo y zonas de inserción muscular, además de aumentar la presencia de cavidades neumáticas que aligeraban el peso del cuello.

Las vértebras presacras estaban llenas de diminutas cámaras internas, lo que permitía sostener un cuello extraordinariamente largo sin comprometer la estabilidad. Este diseño refuerza la hipótesis de que estos dinosaurios desarrollaron adaptaciones específicas para explotar recursos vegetales inaccesibles para otros saurópodos.

El fémur, robusto y con una anchura poco habitual respecto a su longitud, indica que el animal soportaba grandes cargas. Los investigadores subrayan que su forma comprimida transversalmente podría haber mejorado la locomoción, un detalle escaso en otros miembros del género. La combinación de cuello ligero y extremidades fuertes sitúa a Mamenchisaurus sanjiangensis como un especialista en moverse y alimentarse con eficiencia, incluso en ambientes donde la competencia por la vegetación podía ser intensa. Cada uno de estos rasgos anatómicos contribuyó a diferenciar esta especie dentro del mosaico de saurópodos del Jurásico Superior.

Una época de competencia silenciosa

El Jurásico Superior fue un periodo de enorme diversidad para los saurópodos. En América y Europa, los diplodócidos y macronarios dominaron los paisajes, pero en Asia la historia fue otra: allí reinaban los mamenquisaúridos, un linaje de cuellos larguísimos cuyo protagonismo sigue sorprendiendo a los paleontólogos.

Los investigadores señalan que la fauna asiática era tan distinta que parece haber evolucionado casi en un “mundo propio”, probablemente debido a periodos de aislamiento geográfico. Este contexto explica por qué tantas especies del grupo se concentran en China, especialmente en Sichuan y Chongqing.

Aun así, el estudio identifica rasgos en la nueva especie que no encajan del todo con lo esperado para un mamenquisaúrido clásico. Algunas proporciones y cavidades en las vértebras recuerdan a las de los neosaurópodos, un conjunto más diverso y ampliamente distribuido. Los autores interpretan estos parecidos como casos de evolución convergente, es decir, respuestas similares a problemas ecológicos compartidos, como la competencia por alimento o la necesidad de mejorar la movilidad. Este tipo de coincidencias anatómicas sugiere que, aunque separados, los ecosistemas asiáticos y occidentales enfrentaban desafíos parecidos.

El equipo plantea que la mezcla de rasgos de M. sanjiangensis pudo ofrecer ventajas competitivas frente a neosaurópodos que ya habitaban Asia desde el Jurásico Medio. La presencia de caudales anteriores procelos —con una articulación más estable— y cavidades neumáticas avanzadas en las vértebras sacras son ejemplos de cómo el linaje afinó su diseño. Estas adaptaciones habrían contribuido a que los mamenquisaúridos mantuvieran su predominio en la región durante millones de años, incluso cuando otros grupos comenzaban a expandirse globalmente. El nuevo fósil fortalece así la idea de que la evolución de los saurópodos fue más diversa y competitiva de lo que se pensaba.

Anatomía esquelética de Mamenchisaurus sanjiangensis sp. nov., con vistas detalladas de vértebras cervicales, dorsales, sacras y caudales, además de elementos de la pelvis y del miembro posterior que permiten identificar los rasgos distintivos de la nueva especie.

Créditos: Scientific Reports.
Anatomía esquelética de Mamenchisaurus sanjiangensis sp. nov., con vistas detalladas de vértebras cervicales, dorsales, sacras y caudales, además de elementos de la pelvis y del miembro posterior que permiten identificar los rasgos distintivos de la nueva especie. Créditos: Scientific Reports.

Un mapa del Jurásico que se vuelve más complejo

La distribución global de los saurópodos del Jurásico muestra contrastes llamativos. Mientras África y América acumulaban diplodócidos y titanosauriformes, Asia se llenaba de mamenquisaúridos y otros eusaurópodos no neosaurópodos. Este patrón ha alimentado durante décadas la llamada “Hipótesis del Aislamiento de Asia Oriental”, según la cual la región quedó separada del resto de Laurasia y Gondwana durante parte del Jurásico. El nuevo estudio ofrece argumentos que complican esa idea, porque revela similitudes inesperadas entre especies asiáticas y grupos típicos de otras zonas.

Los autores comparan el registro asiático con lo que se conoce en Europa, África y América para entender cómo surgieron tantas diferencias. En el Jurásico Superior europeo abundaban los turiasaurios y macronarios primitivos, mientras que en África destacaban diplodócidos y brachiosáuridos.

Ninguno de esos grupos dominaba en China, donde los mamenquisaúridos ocupaban el papel de herbívoros gigantes más frecuentes. La ausencia mutua entre continentes indica que las conexiones terrestres debieron ser intermitentes, lo que permitía cierta circulación de especies pero sin una mezcla total de faunas.

El hallazgo de M. sanjiangensis añade una pieza más a este rompecabezas global. Aunque pertenece claramente al linaje asiático, su anatomía insinúa que los límites evolutivos entre grupos no eran tan estrictos. Los científicos sugieren que el intercambio de nichos ecológicos y la competencia pudieron generar paralelismos entre animales separados geográficamente. Comprender estas relaciones ayudará a reconstruir cómo se movían las masas continentales y cómo respondían los ecosistemas a esos cambios, lo que convierte a cada nuevo fósil en un testigo directo de la historia profunda de la Tierra.

Un esqueleto que cuenta una historia evolutiva

El esqueleto de M. sanjiangensis conserva detalles que permiten rastrear las etapas de su evolución dentro de los mamenquisaúridos. Las vértebras cervicales y dorsales muestran una arquitectura muy refinada, con láminas y cavidades que aumentan a medida que se avanza por la columna. Esta progresión sugiere que la especie ocupaba una posición derivada dentro de su familia, compartiendo más rasgos con especies como M. youngi y M. hochuanensis. Aun así, el patrón no encaja plenamente con todos los miembros del género, lo que respalda la necesidad de revisar su clasificación interna.

Parte del reto reside en que algunas especies atribuidas históricamente a Mamenchisaurus están mal documentadas o basadas en material incompleto. Los autores insisten en que redefinir el género requiere revisar colecciones clásicas y reevaluar diagnósticos publicados hace décadas.

La nueva especie aporta criterios comparativos que podrían aclarar qué pertenece al linaje y qué debería reclasificarse. La filogenia revela que el grupo vivió un proceso de diversificación más complejo de lo que decían los modelos tradicionales, con ramas que comparten rasgos por herencia y otras por convergencia.

Esa complejidad también aparece en las extremidades y la cintura pélvica. La pelvis semicircular y el fémur de gran robustez encajan con la imagen de un saurópodo capaz de trasladar un cuerpo muy voluminoso sin comprometer la movilidad. La forma del pubis y el isquion coincide con la de otros eusaurópodos avanzados, lo que ayuda a entender cómo estos animales distribuían el peso y mantenían la estabilidad.

Cada uno de estos detalles complementa la visión de un saurópodo adaptado a un entorno exigente, donde sobrevivir exigía eficiencia estructural más que tamaño extremo. El fósil, aunque incompleto, actúa como guía para reconstruir los pasos evolutivos de su linaje.

Contexto geográfico y geológico del yacimiento donde se halló Mamenchisaurus sanjiangensis, incluyendo el mapa regional, la posición del espécimen en el campo y la distribución de los elementos fósiles recuperados.

Créditos: Scientific Reports.
Contexto geográfico y geológico del yacimiento donde se halló Mamenchisaurus sanjiangensis, incluyendo el mapa regional, la posición del espécimen en el campo y la distribución de los elementos fósiles recuperados. Créditos: Scientific Reports.

Un hallazgo que amplía el panorama del Jurásico

El descubrimiento de Mamenchisaurus sanjiangensis demuestra la relevancia del registro fósil chino para reconstruir la evolución de los saurópodos. La Formación Upper Shaximiao sigue siendo uno de los depósitos más ricos del Jurásico mundial, con al menos una docena de especies y numerosas piezas aún pendientes de estudio.

Los autores subrayan que muchas de estas especies podrían redefinirse con nueva evidencia, lo que hace de cada excavación una oportunidad para revisar el árbol genealógico de los gigantes del pasado. El nuevo hallazgo, además, refuerza la idea de que parte del Jurásico asiático es más antiguo de lo que se calculaba inicialmente.

Los científicos insisten en que aún quedan “huecos” por llenar. La escasez de cráneos completos, la presencia de materiales aislados y las dudas sobre las edades exactas de algunas formaciones complican el panorama. Sin embargo, el avance de técnicas de datación y la revisión sistemática de colecciones históricas permitirán precisar mejor cuándo y cómo se diversificaron los mamenquisaúridos. Cada nuevo espécimen ofrece información sobre cambios anatómicos, distribución geográfica y presiones ecológicas, elementos esenciales para reconstruir la historia del grupo. El caso de M. sanjiangensis demuestra que incluso un esqueleto parcial puede modificar interpretaciones consolidadas.

El estudio abre, en definitiva, nuevas preguntas sobre la evolución de los saurópodos en Asia oriental. ¿Qué mecanismos favorecieron su éxito frente a los neosaurópodos? ¿Cómo influyó la geografía cambiante del continente en su distribución? ¿Hasta qué punto la competencia moldeó su anatomía? Responderlas permitirá comprender mejor cómo se desarrollaron los ecosistemas jurásicos y qué los hacía tan distintos a los de otras regiones del planeta. Este fósil no solo amplía el catálogo de dinosaurios conocidos: aporta claves para entender la dinámica evolutiva de los herbívoros gigantes en un momento decisivo de su historia.

Referencias

  • Dai, H., Hu, XF., Tan, C. et al. A new mamenchisaurid sauropod dinosaur from the upper jurassic of Southwest China reveals new evolutionary evidence from East Asian eusauropods. Sci Rep 15, 43308 (2025). doi:10.1038/s41598-025-29995-z

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