El yacimiento de Pérgamos vuelve a ser noticia gracias a la reactivación de las excavaciones en esta mítica ciudad de la antigüedad

Pérgamos cobra vida gracias a los nuevos descubrimientos arqueológicos. Las últimas campañas de excavación redefinen nuestra comprensión de este yacimiento macedónico de la antigüedad.
Ciudad fortificada
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Murallas de Pérgamos. Fuente: Swedish Institute at Athens - Murallas

La reanudación de las investigaciones arqueológicas en Pérgamos marca un punto de inflexión para el estudio de este importante enclave en la región de Piería. La campaña de 2024, que se ha llevado a cabo en el marco del Ancient Pergamos Project, una iniciativa conjunta de la Ephorate of Antiquities of Kavala y el Instituto Sueco de Atenas, ha logrado ofrecer por primera vez un cuadro cronológico sólido del asentamiento, hasta ahora insuficientemente documentado.

Un enclave antiguo que recupera la voz

El sitio de Pérgamos, conocido por sus imponentes fortificaciones, no se había excavado de forma sistemática hasta el momento. La integridad del yacimiento, por tanto, proporcionó a los arqueólogos una oportunidad única para reinterpretar un paisaje que ya Heródoto había mencionado en su célebre descripción del paso de Jerjes hacia el sur de Grecia.

Así, la combinación de prospección superficial y excavación estratigráfica ha permitido reconstruir una secuencia ocupacional que se extiende desde el periodo arcaico hasta la antigüedad tardía, con indicios incluso de actividad posterior. Este avance inaugura un nuevo capítulo en la historia de Pérgamo, cuyo potencial arqueológico se revela ahora más amplio y complejo.

Yacimiento de Pérgamos
Yacimiento de Pérgamos. Fuente: Swedish Institute at Athens

El proyecto científico: objetivos y métodos de una nueva etapa

Dado que ninguna excavación previa había generado un marco estratigráfico fiable, el primer objetivo de la campaña en la colina macedónica de Koules/Alonaki consistía en establecer una cronología del asentamiento. Para ello, los arqueólogos combinaron dos estrategias. Se recurrió tanto a la prospección superficial sistemática como a la apertura de un área de excavación en la terraza inferior, junto al tramo meridional mejor conservado de las murallas.

La prospección registró dieciocho puntos distribuidos en una cuadrícula de 30 metros, dentro y fuera del recinto fortificado. Aunque el material visible en superficie resultó escaso y muy erosionado, el hallazgo de concentraciones de cerámica y escorias en antiguas zonas agrícolas sugiere que el yacimiento fue en el pasado mucho más rico en materiales. Probablemente, esos materiales se eliminaron en el pasado para realizar labores de cultivo. Esta observación resulta clave para reinterpretar los testimonios antiguos que mencionaban una presencia significativa de cerámica prehistórica en el área.

El trabajo estratigráfico se centró en dos cuadrículas (G1-20 y H1-20), donde se excavaron veinticuatro bloques siguiendo la metodología desarrollada en los proyectos suecos de Kalaureia. La combinación de topografía, estratigrafía y análisis constructivo permitió distinguir al menos diez fases de actividad humana, desde el periodo romano tardío hasta la actualidad.

Murallas de Pérgamos
Murallas del periodo arcaico tardío. Fuente: Swedish Institute at Athens

Las murallas de Pérgamos: una historia de reconstrucciones y resistencias

El elemento más imponente del yacimiento de Pérgamos sigue siendo su sistema defensivo, visible especialmente en un tramo de 170 metros de la muralla sur. La excavación reveló dos fases bien diferenciadas en el interior del recinto, visibles en las denominadas Muralla B tardorromana y Muralla A tardorromana.

La fase más antigua (Muralla B) parece corresponder a una restauración romana de la fortificación arcaica, reconocible por la presencia de mortero y por seguir una alineación parcialmente distinta de la fase superior. Este nivel superior coincide de forma aproximada con la altura que se conserva del paramento arcaico en la cara exterior, lo que refuerza la hipótesis de que los romanos aprovecharon la estructura griega preexistente como base de su propio proyecto de refortificación.

El nivel más reciente (Muralla A), en cambio, responde a una obra arquitectónica plenamente romana. Se caracteriza por un uso abundante de mortero que recubría casi por completo la cara interna de la muralla a modo de revestimiento. Esta técnica coincide con las empleadas entre los siglos III y VI d. C. en fortificaciones de Tracia como Topeiros o Didymoteicho. Su construcción se integra, así, en un panorama histórico más amplio de reforzamiento defensivo asociado a las crisis del Imperio romano tardío.

Detalle de las murallas tardorromanas
Detalle de las murallas tardorromanas Fuente: Swedish Institute at Athens

Entre derrumbes y rellenos: el interior del recinto fortificado

Tras la construcción de la Muralla A, el interior del recinto se rellenó con piedras y tierra que sirvieron para nivelar el terreno hasta los 155 metros sobre el nivel del mar. Este relleno, que presenta abundante cerámica de época clásica y helenística, refleja una transformación sustancial del espacio intramuros, quizás con el objetivo de preparar una nueva superficie de uso tras la gran reforma tardorromana.

Encima de este relleno, los arqueólogos identificaron una estructura de 0,6 metros de ancho, conocida como Muralla 1, construida sin mortero. Edificada en paralelo al tramo de muralla anterior, su posición sugiere que formaba parte de la trama del asentamiento de época tardía. Los arqueólogos han sugerido que pudo haber sido un espacio para la realización de actividades domésticas o de almacenamiento.

La secuencia superior, por su parte, muestra capas muy erosionadas, con acumulación de restos mezclados procedentes de los colapsos parciales de la muralla. Una fase tardía de derrumbe muestra grandes bloques caídos hacia el interior, lo que testimonia la fase final de abandono o destrucción del recinto.

Vista del valle de Piería desde Pérgamos
Vista del valle de Piería desde Pérgamos. Fuente: Swedish Institute at Athens

Los hallazgos materiales: una historia que abarca más de un milenio

El material recuperado, que suma más de 5.000 fragmentos cerámicos, constituye una de las aportaciones más valiosas de la campaña. La cerámica documenta una ocupación continua desde el periodo arcaico hasta el romano tardío. Entre los hallazgos más significativos, destacan las cerámicas áticas de barniz negro, los fragmentos de figuras rojas, la cerámica de producción local con influencias egeas del siglo VI a. C. y un conjunto notable de cuencos megarenses de época helenística.

Las fases romanas están representadas por cerámica de uso cotidiano, por loza fina africana y por cerámica roja de Focea. La presencia de algunos fragmentos de cerámica hecha a mano, datables entre los siglos VII y IX d. C., indica una actividad residual en la zona incluso tras el ocaso del asentamiento tardorromano.

El hallazgo de más de 600 fragmentos de escoria, por su parte, confirma la importancia del entorno como zona de producción metalúrgica, en línea con los testimonios antiguos sobre la riqueza minera del Pangeo. A ello, se suman algunos hallazgos singulares, como un par de pinzas de bronce y fragmentos de piedras semipreciosas, probablemente jaspe rojo, que apuntan a conexiones con circuitos comerciales más amplios.

Ciudad amurallada
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Un yacimiento que redefine la historia antigua de la Piería

La campaña de 2024 ha permitido reconstruir una secuencia histórica que revela la importancia estratégica, económica y social de Pérgamos a lo largo de más de mil años. El yacimiento muestra una continuidad de ocupación sorprendente, así como una capacidad de adaptación a los grandes cambios del mundo antiguo. La riqueza y la diversidad de los hallazgos convierten a Pérgamos en una pieza clave para comprender la evolución histórica de la región y abren un horizonte prometedor para futuras investigaciones.

Referencias

  • Klingborg, P. et al. 2025. “The Ancient Pergamos Project. Fieldwork report for 2024”. Opuscula. Annual of the Swedish Institutes at Athens and Rome, 18: 123–143. DOI: https://doi.org/10.30549/opathrom-18-04

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